Por las venas de La Opinión de Málaga corre, desde el primer día, la sangre de la renovación y la modernidad. Desde el corazón de la ciudad nuestros periodistas recorren sus arterias, a pie y a diario, para bombear sin cesar la información que da vida, conocimiento y, por tanto, libertad a la sociedad malagueña. En las páginas del diario late el impulso de servir a los intereses de esta tierra a través de un periodismo responsable e independiente.

Cumplir 20 años es, sin duda, un logro. Lo es especialmente si echamos la vista atrás y divisamos los no pocos obstáculos que hemos tenido que sortear por el camino, y recordamos a quienes, al principio, no auguraban a nuestro diario muchos años de vida.

En Prensa Ibérica celebramos este vigésimo aniversario de La Opinión con la satisfacción del trabajo realizado, el reconocimiento a la labor de todos y cada uno de los profesionales que lo han hecho posible y, por supuesto, la gratitud debida y merecida hacia todos nuestros lectores y anunciantes.

La irrupción de nuestro periódico trajo consigo un mayor pluralismo informativo.

A finales de la década de 1990, asentada ya la democracia, sorprendía que una ciudad tan inquieta y dinámica como esta no pudiese hacer gala de su histórica pluralidad informativa. Máxime cuando Málaga había sido cuna de decenas de cabeceras en el período que va desde 1842, año en que nació otra 'Opinión' -La Opinión Pública- hasta 1936, fecha en que estalló la Guerra Civil.

Esta querida 'Ciudad del Paraíso', como llamaba a Málaga en sus versos el Nobel Vicente Aleixandre, es para los periodistas de La Opinión el centro del universo y la medida de todas las cosas.

El tratamiento hiperlocal de la información y la voluntad de contribuir al progreso de la ciudad y la provincia son dos de los rasgos que mejor definen nuestra forma de entender el concepto, la misión y la obligación de un diario regional.

Así quedó patente desde el nacimiento del periódico. El 25 de mayo de 1999, el día que llegó a los quioscos el primer número de La Opinión de Málaga, el titular principal de la primera página era: «Fuerte impulso a la unión puerto-ciudad». La cabecera informaba del importante acuerdo que, defendido en el editorial, habían alcanzado el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria para comunicar peatonalmente la calle Larios con el puerto soterrando el tráfico en el Paseo de los Curas. Y este es solo un ejemplo de las muchas causas que, en beneficio de los malagueños, se han defendido en nuestras páginas durante estas dos décadas.

En la era de internet, los medios de comunicación, aún siendo globales, están llamados a pivotar y vertebrar el debate sobre las cuestiones que más importan a los ciudadanos, que a menudo son las que suceden en su ámbito geográfico más próximo.

Por esta razón, La Opinión ha invertido, desde hace muchos años, tiempo y recursos para intentar consolidarse como uno de los periódicos andaluces punteros en el proceso de metamorfosis digital al que asistimos actualmente.

El diario vive un continuo proceso de transformación y adaptación a las exigencias y oportunidades que propician las nuevas tecnologías. Nuestro objetivo es atender al carácter multimedia de las noticias mediante una nueva manera de informar a los lectores, que requiere de métodos y rutinas de trabajo diferentes a los utilizados en el periodismo convencional.

Querido lector, ya sea en web o en papel, nuestra pretensión no es otra que hacer realidad cada día el derecho democrático que usted tiene a recibir libremente información veraz.

Esperamos poder seguir haciéndolo.

*Javier Moll es presidente de Prensa Ibérica