La Opinión de Málaga cumple 20 años. Y lo hace lanzando al mundo un mensaje muy poderoso: hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos. Creo honestamente que es el principal valor que nos ha enseñado y nos muestra cada día este periódico, que es un referente de la información para toda la provincia de Málaga.

El mundo actual se recupera paulatinamente de una de las crisis económicas más virulentas de los últimos tiempos. Los efectos de esa crisis han llegado a todos los sectores productivos y los trabajadores han padecido sus efectos. España ha sabido sobreponerse gracias a reformas estructurales pero algunas de las amenazas aún persisten y no podemos confiarnos. Tenemos mucho trabajo por delante.

Los medios de comunicación no han sido ajenos a esta crisis, pero han sumado una crisis específica debido a un compendio de factores: la falta de financiación, la caída del mercado publicitario, el desarrollo de las nuevas tecnologías o la aparición de una competencia nueva que tiene más que ver con la viralización en redes de contenidos que con la difusión de información. Este contexto ha sido letal para muchas empresas periodísticas, que han tenido que afrontar importantes recortes o directamente el cierre.

La Opinión de Málaga eligió el camino más difícil: desafiar ese entorno hostil y adaptarse a él. Donde otros veían obstáculos insalvables, este medio ha visto una oportunidad. Hoy mantiene un pulso informativo envidiable que ofrece información de interés al minuto de la ciudad y sus barrios. Una actitud que le ha valido convertirse en un referente para toda la comunidad digital.

El dinamismo que ha demostrado este medio de comunicación en estas dos últimas décadas es fiel reflejo de la ciudad y de la provincia de la que informa diariamente. Málaga ha cambiado mucho en este tiempo. La ciudad es hoy un referente turístico mundial gracias a una oferta diversificada y de calidad. Está considerada como el tercer eje artístico de España y ha visto en este tiempo el surgimiento del Centre Pompidou Málaga, el Museo Ruso-Colección San Petersburgo y el Museo Carmen Thyssen. También goza de espacios como el Museo de Málaga, el Centro de Arte Contemporáneo o la Fundación Picasso Museo Casa Natal.

La provincia ha sabido también potenciar su oferta turística y diversificar el mercado consolidado que siempre ha supuesto la Costa del Sol. Un proyecto como el Caminito del Rey, por ejemplo, ha recibido el reconocimiento internacional de los profesionales del sector y de los visitantes como una de las iniciativas más innovadoras de los últimos años. De esta iniciativa se ha beneficiado todo el interior de Málaga, que ha recibido 1,1 millones de turistas en 2018, con un gasto superior a los 950 millones de euros.

Desde 1999, Andalucía también ha mejorado. Lo ha hecho de manera ininterrumpida desde la llegada de la democracia. Hemos pasado de ser una sociedad eminentemente agraria y con un alto porcentaje de analfabetismo a una sociedad mucho más dinámica y homologable con cualquier región europea. La reciente crisis económica también ha supuesto un revulsivo para nuestras empresas, que ante la caída de la demanda interna han apostado decididamente por las exportaciones. Los últimos datos así lo atestiguan. Las exportaciones de la comunidad alcanzaron los 2.832 millones de euros el pasado mes de enero, lo que supone un crecimiento del 12,4% respecto a enero de 2018.

Esos buenos datos no nos pueden dejar de ver otra realidad: Andalucía tiene margen de mejora. De hecho, desde la adhesión de España a la Unión Europea, nuestra comunidad fue catalogada como región Objetivo 1 por tener un producto interior bruto (PIB) inferior al 75% de la media comunitaria. Y ahí se ha situado de nuevo recientemente.

Hay que huir de la complacencia tanto en el ámbito público como en el privado. El éxito siempre es pasajero y solo el trabajo permanente permite consolidar los logros y encarar nuevos avances. Estoy convencido y es mi deseo que esa directriz permita a La Opinión de Málaga seguir cumpliendo años.

El derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión es un derecho que recoge nuestra Constitución. Para que se cumpla, hacen falta medios independientes y comprometidos. La democracia necesita a los medios de comunicación. En estas fechas el periódico celebra su vigésimo aniversario, pero creo que abrir un periódico todos los días es motivo de celebración. Se trata de un pequeño milagro que sólo aquellos que lo protagonizan saben el esfuerzo que supone. Ésa dedicación necesita una plantilla de trabajadores comprometida. Me consta que en La Opinión de Málaga lo están. Han hecho importantes esfuerzos por garantizar la viabilidad de este proyecto compartido con toda la sociedad malagueña. Es justo reconocérselo porque hoy la cabecera cumple 20 años gracias a ellos: un equipo unido en el que la palabra compañero toma su verdadero significado. Enhorabuena.

*Bendodo es consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía