Quedarse en la siguiente parada. De eso va esto. Por eso conviene vivir como si no hubiera un largo trayecto por delante. La alegoría de la parada parece fácil si hablamos del accidente de autobús que nos ha sobresaltado la semana en Málaga. Confundir parada cardíaca con la parada en la que nos bajamos del vehículo dimensiona lo sucedido. Todos estamos en manos de los demás. El pobre conductor que sufrió el infarto mientras conducía por la calle Héroes de Sostoa no pudo evitar perder el control del autobús. Las imágenes de coches apilados uno sobre el otro, las farolas, los contenedores, los árboles y las señales vencidas, esa moto arrollada en el suelo salpicado de cristales rotos, hablan del milagro de que, finalmente, no haya habido desgracias personales irreparables. Sólo las gestiones que habrá que hacer con los seguros por no estar seguros de nada…

Qué suerte

Estar vivos no es estar seguros de seguir estándolo. Había un médico en ese autobús de la línea 1 (Parque del Sur-Polígono Sta. Bárbara) que, si todo va como parece y como deseo en su recuperación, le salvó la vida al conductor. Qué suerte que un médico viaje en transporte público. Sea por vocación medioambiental, por los salarios que hoy cobran algunos médicos con contrato intermitente o por carambola, qué suerte. Y menos mal que uno de los trece pasajeros pudo apartarle y apartó la pierna del pedal del acelerador a quien ya estaba en parada cardíaca. Daría para varias páginas el aparatoso suceso local, pero dejémoslo en la última reflexión de cuánta buena suerte hay a veces en la mala. Como la ha habido en ese último acto de amor que está sirviendo, para nuestra vergüenza habitual, como argumento electoral de títere de cachiporra a nuestros políticos. Porque Ángel ha sido un ángel para María José Carrasco, su mujer, a la que cuidó de su esclerosis múltiple durante 30 años. Y también su ángel de la muerte

Peneque 60

Y dos veces 30 años ha cumplido Peneque. 60 tiene ya el títere de guante que empezó a recorrer a finales de los años 50 los caminos que llevan a la risa de los niños, de la mano enfundada de su creador, Miguel Pino. El abuelo les lanzó el guante definitivamente en noviembre de 2010, cuando nos dejó a los 87 años, a sus hijos Miguel y Antonio, a quienes echa otra mano la mujer de Antonio, la linda ‘Princesa Linda’, Isabel Hurtado. Guante que recogieron ambos junto a la maleta trotamundos donde se mete Peneque y el profesor Tivolín y el doctor Perilla y la bruja Pelos Blancos y el capitán Caratuerta y algunos otros personajes de tela y cartón que se hacen carne en la mirada infantil. Peneque comenzó pateándose los carriles de Extremadura antes de hacerse malagueño. Y en 2014, a quiénes le preguntaban una y otra vez «Peneque, Peneque, dónde te metes», les contestó que se había ido a EEUU, junto al personaje de Bernardo de Gálvez, hecho todo un títere también. ¡Feliz Cumpleaños, valiente!

Y tal y tal

No hay serie prevista sobre Peneque, aunque hay vídeos con sus historietas, pero sí en HBO sobre Jesús Gil. A quién se le paró el corazón por un infarto masivo -esa vez ningún médico pudo finalmente evitarlo- en mayo de 2004. El periodista deportivo Iván Castelló escribió una biografía de Gil que tituló: Salvaje. No sé si le encajaba mejor que El pionero, el título de la nueva serie sobre aquel presidente del Atlético Madrid que fue votado como alcalde de Marbella por mayoría absoluta tres veces consecutivas, de 1991 a 2002. A pesar del hundimiento del comedor de su promoción inmobiliaria Los Ángeles de San Rafael en los años 70, por el que fue condenado por homicidio imprudente, encarcelado y luego indultado por Franco. A pesar de su condena y su encarcelamiento en el año 2000 por el llamado caso Camisetas, por el que malversó cerca de 5.000 millones de pesetas y desvió 400 desde el ayuntamiento marbellí al club. Y a pesar de haber trasladado el funcionamiento institucional del edificio municipal al club financiero de Marbella, favoreciendo el expolio de suelo público y el desarrollo de 30.000 viviendas ilegales en la joya de la Costa del Sol, creando un verdadero clan de concejales a su diestra y siniestra metidos en el ajo (alguno aún en prisión y uno más de una década en busca y captura). A pesar de todo, un halo de superhombre le siguen dibujando.

Bayón

En la necrológica de Gil publicada en El País el 15 de mayo de 2004, firmada por Daniel Borasteros, se podía leer, entre otras líneas épicas, ésta: La frase que se repetía por el enlozado suelo aséptico de la clínica para definir a Gil era la de «un luchador nato». Y ahora en HBO le llaman El pionero. Si el menos recordado de lo que se debiera Félix Bayón, el valiente periodista que siempre le plantó cara y del que el próximo día 15 se cumplirán 13 años de su muerte, levantara la cabeza... Mal vamos si seguimos desequilibrando tanto las cosas, y tal y tal… Porque hoy es sábado.