Celebrar veinte años de andadura de un periódico es un buen motivo de felicitación y congratulación. Por ello deseamos agradecer la buena 'compañía' que en estos años nos ha brindado La Opinión de Málaga con su presencia, compartiendo las andanzas y vicisitudes que ha vivido la ciudad de Málaga. Junto a su grata compañía, agradecemos su 'servicio', ofreciendo la información de la rica y bulliciosa vida de nuestra ciudad. Dos décadas de vida puede parecer poco tiempo, considerándolo desde una perspectiva histórica; pero viéndolo desde la rapidez con que todo se mueve en nuestra época, veinte años significan un recorrido considerable y un tiempo suficiente para valorar el peso específico de un medio de comunicación.

El nacimiento de este periódico trajo a la ciudad la riqueza de una nueva mirada a la actualidad. La pluralidad informativa es siempre síntoma de una sociedad madura, asentada en los valores democráticos y que respeta la libertad, permitiendo a sus ciudadanos crecer en su capacidad de ver e interpretar la realidad más allá de una óptica única.

En estos años, nuestra querida ciudad de Málaga ha crecido considerablemente en muchos aspectos: en población, en redes viarias de comunicación, en visibilidad mundial, en expresiones culturales, en promoción y acogida del turismo, en vida social, en progreso empresarial, en economía, en manifestaciones religiosas, en presencia significativa de asociaciones y grupos humanos; y podríamos apuntar un largo etcétera. Desde estas líneas deseo agradecer también a todos los protagonistas que, en los diversos campos, han aportado su colaboración y su esfuerzo para hacer realidad este progreso, contribuyendo a construir la Málaga que disfrutamos hoy y que alcanza fuera de nuestras fronteras altas cotas de merecida popularidad.

El diario La Opinión de Málaga ha estado presente, testificando y visibilizando esos acontecimientos y actividades, que han ido engrandeciendo a nuestra querida Málaga. También ha sido 'notario' de una sociedad en continuo cambio, que plantea nuevos retos y expresa de distintas maneras la incuestionable sed de trascendencia del ser humano. En el mundo en que nos toca vivir estamos llamados los cristianos a ser testigos de Jesucristo, y ello exige renovados esfuerzos para hacer llegar su Palabra a las personas de hoy.

En lo referente a la vida de la Iglesia católica en Málaga hemos de agradecer la información que este diario ha ofrecido y ofrece con ocasión de los acontecimientos más significativos de la misma. A lo largo de estos veinte años, ha ido narrando las actividades de la vida cotidiana eclesial: tiempos litúrgicos especiales como Adviento, Cuaresma, Semana Santa, Pascua y otras festividades litúrgicas; noticias del mundo cofrade, coronaciones de imágenes de la Virgen María, nombramientos de sacerdotes y cambios de cargos de la Diócesis; presentación de las cuentas económicas de la Iglesia local, patrimonio y rehabilitaciones de diversos templos, acción caritativa y social de la Iglesia, actividades culturales, actos ecuménicos; eventos significativos, como la beatificación del padre Tiburcio Arnaiz y la canonización del obispo malacitano San Manuel González; grandes manifestaciones de piedad popular como la procesión 'Magna mariana', celebrada en el Año de la Fe o el Besapié magno por el Año de la Misericordia y de gestos de caridad como la apertura del Hogar 'Pozo Dulce' en el año 2000 o el Centro de Acogida Nocturna 'Calor y Café', a finales de 2016, ambos impulsados por la solidaridad de los malagueños. También ha informado puntualmente de las necrológicas de personajes eclesiales insignes y significativos, como el fallecimiento de mi antecesor, Antonio Dorado Soto, y muy recientemente, el del cardenal Fernando Sebastián.

Son acontecimientos que, gracias a La Opinión de Málaga, han sido conocidos por más personas, consiguiendo mostrar el rostro de la Iglesia, que es madre y maestra, y que busca llevar el amor incondicional de Dios al corazón de todas las personas.

Con la información de acontecimientos vinculados a la vida eclesial este periódico ha prestado un importante servicio a la comunidad católica de la Diócesis de Málaga, fomentando la comunión entre sus miembros más allá de lo que alcanzan a hacer los medios exclusivamente religiosos. También ha favorecido que la información eclesial llegara a toda la sociedad malagueña, visibilizando el valor del hecho religioso y reconociéndolo como un asunto de interés para la ciudadanía en general.

En este aniversario, deseo felicitar a todos los que conforman la plantilla de La Opinión de Málaga y pido a Dios por vosotros y vuestro trabajo, para que se sostenga muchos años más, crezca y siga enriqueciendo a la sociedad malagueña. Que el Señor os permita mirar siempre el mundo con la luz de la Verdad que emana de Él. Mi más sincera felicitación.

*Catalá es obispo de Málaga