NOTRE DAME Y LA RIÑA DE GATOS

He estado pendiente del incendio de Notre Dame en París. Una tragedia para la cultura occidental, y así, de inmediato, lo ha considerado el Gobierno francés en bloque y Macron, su presidente. Han sido ágiles y han buscado soluciones. En cinco años, en el año que se celebre la Olimpiada en París, estará restaurada invirtiendo el Gobierno un montón de millones para ello.

A todo el Parlamento y al pueblo francés les ha parecido estupenda la decisión porque todos consideran la Catedral como patrimonio cultural galo, por lo que nadie ha criticado la medida. Eso es lo que yo envidio de los franceses, alemanes, ingleses: la unión.

Ante esta noticia catastrófica, yo no he podido evitar hacer un ejercicio de empatía y preguntarme si el Gobierno español hubiera actuado del mismo modo, o, por el contrario, hubieran entrado en las cotidianas y eternas guerras políticas entre partidos sin dar soluciones. Si el incendio se hubiera producido en alguna de nuestras espectaculares catedrales: la de Burgos, de Sevilla de Granada, de Toledo, etc. ¿Qué hubiera pasado?

España está desunida por los propios partidos que se han encargado de mantener las heridas de aquella guerra de hace ya, casi, un siglo, para asegurarse los votos de las dos Españas.

¿Se hubiera reunido el Gobierno para reconstruir la catedral o hubiera sido otra pelea de gatos más?

Víctor Mengual ArrufatMálaga