El entrenamiento invisible es todo lo que se hace fuera de una sesión de entrenamiento e influye en el rendimiento dependiendo de lo que se haga o no. Existen conductas fuera del entrenamiento activo que ayudan a mejorar el rendimiento y todas ellas están relacionadas con la alimentación, el sueño, la higiene, los estiramientos, la psicología€

Evidentemente existe diferencia entre un deportista de elite y un amateur, ya que el primero debe considerar el entrenamiento invisible como parte de su trabajo e invertir más cantidad de horas en él. Aun así, a los deportistas más pequeños se les debe ir enseñando a cuidarse, a respetar las normas deportivas, a saber competir o estar en las competiciones.

1. La psicología del deporte: el conocimiento de técnicas mentales para abordar situaciones complicadas, el control de las emociones, la gestión del grupo y el liderazgo, el establecimiento de objetivos y la motivación, la respiración y la relajación, la visualización€ El deportista debe ir conociéndose y aplicando conceptos a lo largo de la temporada según factores internos y externos. El trabajo psicológico aumenta el rendimiento deportivo y lo más importante, la calidad de vida del deportista.

2. La higiene: es fundamental cuidarse y aprender a cuidarse en relación al propio cuerpo y el de los demás (higiene sexual). A la hora de entrenar, comer, dormir€ Son momentos importantes que el deportista debe aprovechar de la mejor manera posible, siendo estricto y ordenado con su vida y hábitos (alcohol, comida basura, azúcares, tabaco€) Es importante ducharse después de las sesiones, acudir al dentista, cuidarse pies y manos, usar ropa adecuada, y lavarla en cada entrenamiento, cremas solares y acudir a las curas y cuidar de las lesiones.

3. La alimentación y la hidratación: son muy importantes para la correcta recuperación del deportista. En el deporte profesional es fundamental la figura del nutricionista para favorecer recuperaciones, evitar lesiones, adaptaciones a cargas y competición e incluso en posibles enfermedades como la diabetes.

4. El descanso: el sueño también es recuperador y debemos tener (deportistas y no deportistas) hábitos a la hora de dormir, como respetar una hora aproximada de sueño, dormir entre 8 y 10 horas si eres deportista, evitar bebidas estimulantes y pantallas, comidas pesadas€ Aprender a relajarse puede ser muy útil para días previos a la competición, situaciones de estrés, momentos importantes, etc.

5. Estiramientos y masajes: el cuidado del cuerpo resulta importante para prevenir lesiones. Aprender a conocer y escuchar a nuestro cuerpo resulta vital y no solo la experiencia puede hacerlo, también podemos educar en técnicas de relajación, en aprender a cuidar la musculatura. Saber cuándo se requiere a un fisioterapeuta, cuándo aplicar frío y cuándo aplicar calor, educación postural, etc.

Es muy importante aprovechar los campeonatos para educar desde pequeños y enseñar la importancia del entrenamiento invisible. ¿Cómo?

1. Saber qué deben comer y cuándo para respetar la digestión y evitar riesgos de indigestión con la actividad física. Dar importancia a la hidratación antes, durante y después de la actividad física.

2. Retirar los teléfonos a la hora de descansar en la siesta y durante la noche, para evitar un uso indebido de redes sociales, llamadas y juegos.

3. Recordar la ducha tras los partidos y el cepillado de dientes.

4. Enseñar a ir concentrados en el bus hacia los partidos y no con los altavoces y la música cantando y bailando.

5. Realizar actividades de grupo, tener horas de lectura, ver películas, realizar estiramientos€ el deportista debe trabajar la atención y concentración fuera del campo y no solo durante la competición.

6. Cuidar la vestimenta tanto en competición como fuera de ella. Abrigarse o tener cuidado con el uso de las chanclas son detalles a tener en cuenta.

7. Realizar charlas técnicas donde orientar y trabajar mejorías, aportar ideas, reforzar buenas conductas, etc.

8. Establecer normas y funciones: horario para el uso de teléfono, para apagar las luces, para dar un paseo y tener tiempo libre..., responsable de balones, hielo tras los partidos, recogida de botellas en el banquillo, la fruta para la merienda, el agua para los partidos€

Con todo esto hacemos que los niños se responsabilicen y estén más centrados en la competición. Además podemos favorecer el compañerismo, la ayuda y la gestión de grupo a través de las diferentes funciones y normas. Ir a competir no es solo ganar, es educar, convivir y mejorar como persona y deportista.