En el fondo la cuestión en estas elecciones, de la que dependerá el resultado, es el impacto en el cuerpo electoral del culatazo catalán. Hay asuntos que atañen al estilo de vida de un país, asuntos que afectan al nivel de vida, asuntos que conciernen al modo de vida y asuntos que atañen a la vida misma de una nación. El secesionismo de Catalunya era de la última clase, produjo una contusión en toda España, ha dejado un hematoma y queda por ver hasta qué punto ha sido reabsorbido. Está por ver, también, si ante un impacto así queda en la gente capacidad para actuar de modo ponderado, inteligente y pragmático, es decir, abriendo nuevos espacios para la distensión y alguna forma de pacto, o prevalece la reacción defensiva visceral y terminante. Podríamos decir, por tanto, que el resultado será un test sobre el estado de nuestro carácter. Esto es lo que lo hace totalmente impredecible.