Las últimas horas están siendo muy convulsas en la sede del equipo verde. La actuación en «La Fonteta» ante el Valencia ha vuelto a dejar al descubierto todas las carencias del equipo. La derrota por 39 puntos ha llenado los medios de comunicación de calificativos que podrían llenar esta columna: fantasmagórico, sin argumentos, sin crédito, desolador, sin alma, vergüenza, ensucia su nombre, sonrojo, derrota escandalosa, alma en pena, en descomposición, ridículo colectivo€ y un frase de su entrenador: «Hemos tocado fondo». Algo que todos esperamos que sea cierto porque si algo ha demostrado en las últimas semanas el equipo es que todo lo malo puede empeorar.

La situación es complicada, entre otras cosas porque el equipo está instalado desde la dolorosa derrota en casa ante el Iberostar Tenerife, que cerró la primera vuelta, en una montaña rusa de resultados y de imagen que nadie es capaz de descifrar. Sin embargo, aunque los tiempos de crisis son tiempos de oportunidades, no parece el momento de ponerse nervioso, comenzar a cortar cabezas y estar pendientes de encuestas y comentarios en redes sociales. Ante la falta de objetivos tangibles: ni Copa ni Eurocup ni Euroliga; es momento de tomar nota y pensar en cómo mejorar el proyecto para el año que viene. Lo está haciendo el Real Madrid de fútbol con su entrenador al mando y lo hacen habitualmente los equipos de Fórmula 1. Cuando ven que el coche de la temporada no da para más, paran sus evoluciones y se concentran en crear una máquina más poderosa para la siguiente temporada. En ese momento estamos. Este coche no da para más. O al menos no es capaz de dar un rendimiento continuo.

En el siglo II en el texto llamado «Hechos de Pedro» se cuenta como en el año 64, Nerón emprendía una de las más terribles persecuciones contra los cristianos en Roma. Pedro intentaba escapar de la ciudad y en su huida se encontró con Jesús que cargaba con una cruz en la Vía Apia y le preguntó: «¿Quo Vadis, Domine?» (¿A dónde vas, Señor?). Jesús le respondió «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). Tras esto, Pedro decidió regresar a Roma donde fue martirizado y crucificado cabeza abajo.

La situación es complicada pero lo que no debemos hacer es reincidir en los errores con decisiones precipitadas que puedan hipotecar el futuro y llevarnos a un nuevo «martirio» la próxima temporada. Es tiempo de tranquilidad.

Y después de esta cita sobre San Pedro llega a Málaga el San Pablo Burgos en una racha que le mantiene lejos del descenso y con opciones, a dos victorias del play off por el título, a falta de seis jornadas. Una distancia grande pero no insalvable porque desde la llegada de Dominique Sutton a la ACB, los burgaleses son el mejor equipo de la Liga con un balance de 7 victorias y 3 derrotas sólo igualado por Real Madrid, Barcelona y Baskonia.

Sutton ha cambiado la cara a su equipo y ahora amenaza a un Carpena que más allá de lo duro de las derrotas, debe apoyar al equipo en estos momentos difíciles. Los pitos, los reproches y las críticas€ para el final del partido. Antes a demostrar una vez más, que lo mejor del club se sienta en las gradas. Suerte.