'Trayecto de 1.079 kilómetros', por Bartolomé Florido

Los mayores no nos podemos resistir contra los antojos porque nos pasa como a los niños y mujeres gestantes. El sábado entré en un supermercado, me fijé en una bolsa de patatas fritas en aceite de oliva, me abrió el apetito y la compré con otros artículos andaluces. No era barata. El emblema era una rama de olivo con aceitunas. Me puse las gafas antes de abrirla solemnemente a medio día cuando llegué a casa y me llevé un chasco cuando leí la procedencia de la elaboración a 1.079 km de distancia de Torremolinos. Me la colaron otra vez. Si esto no fuera lo malo suficiente para la economía y empleo en Andalucía, he apoyado involuntariamente la emisión de co2 debido al transporte con camiones. El consumo de carburante de importación causa déficit también. Así nos va. Por cierto, el aceite de oliva tiene que ser virgen extra, exprimido en frío y cosechado en Andalucía para que prevenga contra afecciones cardiovasculares. ¿Cuándo las habrán frito? No lo indican.