Bob Dylan protesta si en un concierto sus fans hacen fotos en vez de escuchar lo que canta. Cosas de la vejez, cuyo principal síntoma es seguir conectado al mundo en que uno hizo vida cuando en el había vida; quiero decir, en el mundo de Dylan, el de cuando estaba vivo, protestaba por cosas y la gente captaba, pues estaba en la misma onda. Lo explicó él mejor que nadie entonces con lo de que la respuesta estaba en el viento. Ahora se cree que puede seguir diciendo las mismas cosas y la gente las pillará como si estuvieran recién salidas del horno. Es posible ser un artista sin más, pero si optas por ser profeta el tiempo se encarga de cronificarte. Aunque puede uno vivir de crónico muchos años, no quieras que encima coman tus crónicas, confórmate con que te hagan fotos, como los turistas a las piedras en el barrio viejo, o a esa pintada que ha sobrevivido a 3 cambios de régimen.