Las comisiones de investigación del Congreso de los Diputados sirven para lo que sirven, es decir, para nada. Como la comisión de las causas de la crisis financiera española, cuya conclusión final es que los políticos no tuvieron nada que ver. Es un resultado obsceno. ¿Cómo que los políticos no tenían nada que ver?, ¿y las cajas de ahorros, en las que estaban metidos como en una lata de sardinas? Bueno, ¿y los electores?, esto llega poco a los electores. En fin, buena parte les han dicho adiós a los de Maduro -han perdido 29 escaños-, aunque principalmente al PP, Casado pierde la mitad de su electorado y de dimitir naranjas de la China, renovación se llama.

Bueno, lo sabroso, es que ahora sea el miedica de Feijóo, que no se atrevió a dar el paso en las primarias del PP, el que se convierta en maestro ciruela y condicione al pobre Casado, que decía que quería librar la necesaria batalla de las ideas. Feijóo quiere una vuelta a la ficción del centro y al moderantismo rajoyano que le exige la izquierda y que siempre nos tarareaban en la Transición, como una nana, antes de dormir. Que le tenga miedo a Soraya por las informaciones que pueda disponer de sus amigos en lancha, lo entiendo, ¿pero tanta impostura en quien exige gallego a los funcionarios para impartir docencia en su Comunidad?

Por eso, cuando en un país, pongamos España, un colaborador del secuestro por ETA de Emiliano Revilla, Gonzalo Boye, sustituye a Puigdemont en las elecciones europeas antes de que los tribunales se pronunciaran... ¿qué pasa?, ¿secuestradores y terroristas participando en elecciones libres para dinamitar la democracia por dentro?, pues claro, de hecho, tienen experiencia.

Pero resultan esclarecedoras las obras del Papa Francisco, ahora nombra arzobispo a un sacerdote independentista de Tarragona, me habría extrañado que hubiera sido un defensor de España, pero no hay lugar para la sorpresa. Pareciera que quiere cargarse España. Ya en el final de ETA, este Papa envió al sur de Francia al arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, junto a otros verificadores falsarios, para comunicar oficialmente el desarme de ETA, era el 8 de abril de 2017, ¿se acuerdan?, yo sí. ¿Eso se llama colaboración con banda armada?, ¿y ahora en Cataluña ayuda para la rebelión con las urnas el 1-O en las iglesias y este nombramiento?

Y a esto, el paro en EEUU cae al 3,6 por ciento, el nivel más bajo en medio siglo. El pasado mes se crearon más de 263.000 nuevos empleos, frente a los 181.000 que esperaban los expertos. Y el presidente es... Esto con ánimus jocandi, no por otra cosa. Eso sí, Bruselas se revuelve contra el endurecimiento del embargo a Cuba -que es la que mantiene su dictadura y la venezolana-. Y es que la pasta es la pasta, igual le pasa con Irán, ¿cómo no va a tener desafectos esta vieja dama tan políticamente correcta que apoya de facto dictaduras -un marxista diría, objetivamente-? No diré qué empresas españolas en la Costa del Sol se revuelven contra Trump por mermarle sus beneficios en el gulag caribeño, no. Como decía el gran periodista José Luis Martín Prieto sobre el 23-F -y que podría haber suscrito Curzio Malaparte-, ya con 75 años, aquí no se dirá que el elefante blanco era el general€ Y es que está suelto el demonio de la indiferencia y el silencio, y sabemos que si el jardín de la democracia no lo podas de vez en cuando pues pasa lo que pasa, crece la maleza.

Aquí, en esta caduca Europa, ni sombra de lo que fue, nos llega la noticia de que el Retrato de una negra (1800), de Marie Guillemine Benoist, ahora lo titulan Retrato de Madeleine, también políticamente correcto, y así todo. Y nos recreamos en El expreso de medianoche, de Alan Parker, en el transcurso de una cata en condiciones de ese gran blanco de Badman Wines, que acaba de obtener la medalla de oro del Internationals Awards Virtus, un vino de Ronda, de moscatel de Alejandría, y eso que los tintos del Tajo... Escribe en Libro de las máscaras Javier Vela (Premio Adonais, 2003):

Somos lo que observamos: mis ojos se deleitan en la nube, en lugar de en el cielo; se abisman en la forma, en lugar de en el fondo; se obstinan en ver algo, en lugar de ver nada. Berger, y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos.