Cuando era niño, y por tanto mucho más listo que ahora (llaman inocencia a la inteligencia en estado puro), pregunté qué era un banco, me dijeron que donde la gente guardaba el dinero, pregunté si era caro y me dijeron que gratis, o hasta pagaban algo por guardarlo. Aquello me extrañó tanto, y más al ver lo elegantes que parecían los bancos, que empecé pensar que eso que llamaban la economía no tenía sentido alguno. Cuando era niño, allá por principios de los años 50, la gente no mostraba interés alguno por la política, y supe que castigaban por mostrarlo. Luego, ya de mayor, los bancos pagaban mucho por guardar el dinero, y la gente tenía gran interés por la política. Ahora, bastante mayor todavía, todo parece volver al principio: por guardar el dinero no solo no pagan, sino que hasta cobran (se llama interés negativo) y regresa el desinterés por la política. Todo esto me escama.