El Ciclo de Cine y Derecho que era jueves. Parece un título extraído de una novela del avezado compositor de la paradoja G.K. Chesterton, quien no dudaría en narrar el sueño alcanzado por Francisco Javier Fernández Zurita y todo su equipo desde hace más de una década. El relato detallaría las peripecias de unos abogados-cinéfilos empeñados en comunicar la labor judicial y su proyección social a través de la gran pantalla, acercándonos, gracias al espejo pintado que es el cine, al lado ocupado por el Derecho en el corazón del ser humano.

El 11, o doble 1, según la numerología -estudio del significado oculto de los números- ostenta una duplicidad: 1+1: 2. De este dualismo se logra la reciedumbre de Zeus, como el número 1, y la firmeza femenina de Hera, con el guarismo 2. Dichos dígitos se hallan en lados opuestos en lo que se refiere a la energía, donde el 1 representa la creatividad y el 2 la receptividad, composición la cual supera a todas las combinaciones; tal es el caso de esta consolidada muestra de cine jurídico con dictamen Málaga.

La celebración de esta undécima edición de Cine y Derecho que comienza mañana en su privativa audiencia de siempre, el cine Albéniz, -jornadas cinematográficas auspiciadas por el Ilustre Colegio de Abogados de Málaga con el elaborado guión de Fernández Zurita y su conjunto de argumentistas- está simbolizada por el idealismo, la fuerza y la intuición, invitándonos a involucrarnos en una trama de auto reflexiones sobre el ciudadano y su relación con la justicia.

Los próximos jueves 16, 23 y 30 de mayo tenemos un señalamiento con un divorcio a la italiana, con ausencia de malicia, y un insulto provocado para centrar nuestra atención sobre la existencia: lo más importante son las personas. Nos vemos en calle Alcazabilla.