¡Al fin! Se pone el punto y final a la octagésima octava edición del Campeonato Nacional de Liga de Primera División, donde los grandes protagonistas de antaño -que eran los futbolistas-han cedido el testigo a los nuevos actores principales de este nuevo y lamentable teatrillo en el que se ha convertido el futbol español como son los Tebas, Rubiales, Roures más conocido como el «El Rey del Futbol» y como no, el «VAR», quienes a día de hoy y al más puro estilo «Juego de Tronos» sedientos por alcanzar el poder, manejan a su antojo el balompié nacional sin tener en cuenta a los verdaderos valedores de éste monumental show como son los propios jugadores y sobre todo la afición, relegados a un preocupante papel secundario.

De los «mandamases» (de los que excluyo a Rubiales) que incluso barajaron la posibilidad de llevarse un partido de liga a EEUU lo que hubiese supuesto tergiversar a niveles superlativos la competición, prefiero casi ni hablar, pero del último y polémico actor emergente como es el VAR, resulta conveniente pararse a reflexionar sobre los pros y los contras que ha supuesto su eclosión en el mundo del fútbol.

Si bien en un principio todos lo esperábamos como agua de mayo ante las tremendas injusticias que podrían verse sobre un terreno de juego jornada tras jornada, cierto es que su implantación no ha dejado satisfechos a casi nadie, y es que aun a sabiendas que impartir justicia es algo tremendamente difícil y delicado, lo que a mi juicio no se puede pretender es «contar la verdad a medias», es decir y como vienen comentando el colectivo de árbitros que con ello se bajan los porcentajes de errores de un partido, les incumbe en un delito grave de no impartir justicia como es debido; me explico: si en un mismo partido existe la posibilidad de la interpretación del árbitro en una determinada jugada que luego puede o no ser acertada en su decisión, y para otra jugada en concreto entra el VAR a juzgar, estaríamos incurriendo en un delito grave de no sancionar todas las acciones con imparcialidad en cada partido, por lo tanto, o se utiliza simplemente para determinadas acciones concretas como son los fueras de juego o ver si el balón cruzó o no la línea de gol, o se debería de prescindir de él. Quizás sea cuestión de tiempo, no lo sé€

¡Ah sí, se me olvidaba!, en cuanto al desarrollo del campeonato, más de lo mismo de lo que venimos viendo en la últimas décadas salvo contadas excepciones. Y es que un Barcelona que me recuerda a mi infancia cuando en el patio del colegio jugábamos contra las clases de los más pequeños y siempre les vencíamos holgadamente, pero luego al enfrentarnos a los chicos de otros colegios de nuestro mismo nivel nos pintaban la cara -por lo del Liverpool me refiero-, se ha alzado con un nuevo título liguero, el que supone el octavo en diez años, con un Messi descomunal en los partidos de media o baja relevancia, pero sin dar la talla, una vez más, en los momentos decisivos -que conste que admiro al rosarino-, que demuestra bien a las claras que a la hora de la verdad el futbol no es cosa de un solo jugador, sino de once contra once como bien demostraron los de Anfield. No obstante, felicidades a los Culés por su vigésimo sexto título liguero.

Mención aparte conlleva el paupérrimo papel llevado a cabo por el reciente «tri-campeón de Europa» -trece Copas de Europa en total- el Real Madrid tanto en el campeonato doméstico como en el continental, que incomprensiblemente en su peor temporada en años ha venido dando muestras de ser un equipo «viejo, cansado y sin hambre de títulos» por los éxitos cosechados en el último quinquenio. Desde Concha Espina llegan rumores de revolución, y para llevarla a cabo el «Rey Midas»blanco que ha vuelto, Zinedine Zidane.

No lo tengo muy claro, más aun si se viene apuntando como descartes a Keylor Navas, Dani Ceballos, Mariano, Reguilón y Marcos Llorente, por cierto, sobre estos dos últimos jugadores personalmente considero un gravísimo error si finalmente se produjese su marcha, ya que la tendencia del futbol actual y como bien demostraron Liverpool y Tottenham, es la de dotar al equipo de musculo y fondo físico para llegar con suficiente carburante al tramo final de las competiciones que es donde realmente se deciden los títulos, y estos dos jugadores reúnen los requisitos del futbol moderno y de la idiosincrasia del Real Madrid como es la brega, el sacrificio y el pundonor.

Zizou debería barajar quizás la salida de aquellos que ya saciaron su sed de gloria como son los Marcelo, Casemiro, Modric, Kross, Isco, Bale o el propio Benzema. Los blancos necesitan «savia nueva» para volver a ilusionar a sus millones de incondicionales. De no ser así estarían expuestos a volver a repetir la historia de esta temporada.

Y como no, felicitar a todos aquellos equipos que han alcanzado sus objetivos en la temporada, con mención especial a Bordalás y a sus pupilos del Getafe, quienes han demostrado que no todo lo compra el dinero y que aún existe algo de romanticismo en el futbol actual, Felicidades. Y al resto, que utilicen el verano para empollar como es debido para así afrontar la venidera campaña 2019-2020 con la mayor ilusión posible.