Para alguien con una memoria feraz y prodigiosa como es nuestro señor alcalde, que haga un anuncio en términos vagos e indeterminados me resulta preocupante, incluso en campaña electoral. La trola electoral clásica exige un ritual, un protocolo, unas formas, que la envuelven en datos, tablas, presentaciones, imágenes generadas por ordenador, dotaciones presupuestarias y otros adornos que tienen como finalidad la suspensión de la incredulidad del votante. En eso, nuestro perpetuo es un as y cualquier fallo en su sistema es alarmante.

Cuando ha avisado de la creación de un Planetario en o alrededor del Campamento Benítez, su vaguedad me ha puesto en alerta. Inmediatamente me he acordado de las Bulerías de Juan el Camas, en la parte en que rezan «La otra tarde yo vi una nave, mu chiquitita, mu redondita y mu luminosa/Y han venío y me han avisao y trah trah trah/ Me han comunicao y no lo puedo remediar». Sí, un contacto con extraterrestres, una abducción de libro en la que no es el candidato quien habla, sino los futuros invasores, dando un mensaje para que quienes quieran y puedan entender sean conscientes de que están ante la gravedad. «Un proyecto que puede ser el más importante de España», frase que, no diciendo nada, centra el recuerdo en aquel otro gran proyecto que fue el Museo de las Gemas, de cuyo éxito aun somos deudores por parte de los impuestos que pagamos y que no volverán; una cesión de parcela municipal concreta, pretendiendo envolver en normalidad una evidente zona de desembarco ¡son tantas las cesiones de suelo público que pueden pasar desapercibidos! Pero el aviso definitivo está en la frase de que esa cesión ¡no será gratuita, tendrá un canon! ¡He aquí el verso de Verlaine que anuncia la invasión! Lo siguiente será un bando regulando el aparcamiento y circulación de OVNIs. Al tiempo.