Má de república bananera

Tras lo sucedido el 21 de mayo en el Congreso de los diputados en el acto inaugural de la XIII Legislatura, con unos aspirantes a golpistas, imputados por no acatar la Constitución y, supuestamente, por saltarse las leyes a su antojo, montando un numerito en el Congreso al amparo de Batet, su presidenta, que luego pretendió torear a las instituciones, pasando la patata caliente a otros, para intentar retrasar cualquier dictamen sobre la suspensión de los diputados encarcelados, según dicen las malas lenguas, por haberlo pactado con algunos separatistas catalanes, ahora sale el barcelonés Manuel Cruz Rodríguez, presidente del Senado. Al parecer ha afirmado que la absolución de los separatistas encarcelados por supuestos delitos serviría para la «reconciliación», aunque tras llevarse muchos las manos a la cabeza por tal desfachatez y venir del cargo que ocupa el personaje, rápidamente el periódico que dice ser global cambió «reconciliar» por «reconsiderar». Ese mismo Cruz continúa filosofeando con no sé qué federalismos para España, haciendo comparaciones con Alemania.

Los que residimos y trabajamos en Alemania durante más de 30 años le contestamos al Sr. Cruz que, simplemente, no tiene pajolera idea.

Juan Fernández SánchezFuengirola

Patética toma de posesión y futuro gobierno

Los españoles no deberíamos vernos relativamente obligados a tener que soportar tan denigrantes espectáculos como el que se nos ofreció por TV el pasado el pasado lunes 21 en el Congreso de los Diputados. La actuación del bloque comunista-separatista solo pudo ser calificada de sórdida cuanto menos. Cuatro años más en estas condiciones resultarán insufribles. Un hemiciclo que no se respeta a sí mismo, corre el peligro de terminar convirtiéndose en esperpéntico. En definitiva, la toma de posesión resultó patética.

Una parte del colectivo de diputados, con tal de hacer notar su presencia, cosechó el más desafortunado y soez de los ridículos. Mas que responsables políticos, proyectaron la imagen de payasos con todo el respeto para estos profesionales que tan dignamente se ganan el salario haciendo disfrutar a la sociedad en sus ambulantes circos.

La pobre Meritxell Batet, más que presidenta de la Cámara, parecía un espectro de lo que pretendía representar, sintiéndose desarbolada por su inexperiencia y fracasando rotundamente en su estreno. Todo un regalo, léase compra de voluntades, por parte de Pedro Sánchez, buscando la complicidad de los soberanistas. Permitir a los diputados del Bildu y a los cuatro presos preventivos, sus ridículas formulaciones de juramento, supuso una tremenda falta de respeto a la institución, como igualmente una descarada voluntad de insulto y desafió a la Constitución. La Sra. Batet, en ningún momento, por su falta de preparación, supo estar a la altura de los acontecimientos y responsabilidades. Todo su afán se concentró ridículamente en no menospreciar a los socios de su partido.

En otro orden de cosas y por parte de Podemos, su objetivo consiste en situar a su líder, Pablo Iglesias, como miembro del Gobierno del PSOE con la categoría de ministro, y a poder ser con un segundo nombramiento para su pareja, Irene Montero. Planteamiento repudiado por un amplio colectivo del partido, entendiendo que tales designaciones podrían suponer un peligro para la seguridad de la formación. La pertenencia al Consejo de Ministros implicaría disponer de toda la información. Según EFE, Sánchez intentará evitar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, si bien no lo descarta según la ejecutiva socialista€¡Tiempo al tiempo!

José-Tomas Cruz VarelaMálaga