La movilización que llevó al triunfo del PSOE el 28A se ha mantenido viva en Málaga, pero también la derecha ha dado un paso al frente, espoleada por el tirón del candidato De la Torre.

La participación ha sido similar a la de 2015, aunque no se acerca ni de lejos a la de las pasadas generales. En ese dato se engendraba ayer la sospecha, antes del recuento de votos, de que nos esperaban pocos cambios. Que la indiferencia del electorado de izquierdas truncaría las esperanzas del ilusionado candidato socialista y que el hastío del electorado de derechas embotada por el fiasco de las generales iba a bloquear las esperanzas del hasta ahora entusiasta alcalde. No ha sido así. De la Torre ha repetido la hazaña y ha salido vencedor. Y Dani Pérez ha obrado el milagro al lograr 12 concejales, tres más de los que tenía. La conclusión es que ha vencido el voto útil. Los electores se han agrupado entorno a los dos grandes partidos.

De la Torre, no solo ha mantenido el tipo, sino que ha sumado un concejal más a la lista de 13 que consiguió en 2015. A ver quién le tose ahora. Su partido ha perdido las europeas en la capital pero él ha triunfado en lo suyo, en las municipales.

Dos factores a tener en cuenta: Ciudadanos no ha dado la talla y Vox ha fracasado completamente en la capital.

Ciudadanos, no obstante y pese a presentar unos resultados pírricos que no acompañan a las expectativas que había generado, sigue siendo la llave del gobierno local. Una llave devaluada con la que Cassá curiosamente puede llegar a ostentar un cargo municipal si acepta la oferta de De la Torre de entrar en el gobierno. El popular pretende ganar en estabilidad y, con Cassá dentro, su control sobre él será mayor. Se acabaron los experimentos.

La otra alternativa para Cassá, que la ha repetido en los últimos días de campaña (habrá que analizar si no ha sido este su gran error) sería apoyar al socialista Daniel Pérez. Lo tendría que hacer, eso sí, junto a la confluencia de Adelante Málaga. Cosas más raras se han visto, aunque un acuerdo de la formación naranja con la confluencia se antoja prácticamente imposible.