Los hechos tienen eco en la eternidad

Podría criticar al responsable, pero no quiero. No quiero hablar del suicidio de la mujer que trabajaba en la fábrica de Iveco en Madrid. No quiero teorizar sobre la forma en que ésta se quitó la vida. No quiero especular sobre el dolor y la vergüenza que llevó a esta mujer a terminar con su existencia. No quiero hacer conjeturas sobre la maldad de la persona que colgó el vídeo en Internet. Tampoco quiero dar mi parecer sobre los compañeros de trabajo de esta chica. Ni siquiera quiero aludir al quebranto que este triste suceso producirá en las vidas de familiares, amigos, compañeros, conocidos, etc., de esta mujer, ¿para qué? Lo que sí quiero es reflexionar en voz alta sobre el hecho de grabar un vídeo manteniendo relaciones sexuales con tu pareja. Quiero decir que, tal y como está el patio, no lo veo prudente. ¿Ven por dónde voy?: la vida es larga y el despecho corto, del amor al odio hay un paso, la venganza se sirve fría... Esta historia me parece tan sórdida y lamentable, que no me da para más. Lo único que diré sobre esta chica es que deseo que descanse en paz. A sus familiares enviarles mi más sincero pésame. Y a la persona que colgó el vídeo; en fin, solo decirle que Dios le perdone.

Venancio Rodríguez SanzMálaga