Es una de las comedias más populares de William Shakespeare. Escrita alrededor de 1595, cuenta lo que ocurre en torno al matrimonio del duque de Atenas, Teseo, y la reina amazona, Hipólita, además de las aventuras de cuatro amantes atenienses. En el siglo XIX, Félix Mendelssohn escribió varias piezas musicales inspiradas en la obra y le dio aún mayor realce. En el acervo popular cuando hablamos de «El sueño de una noche de verano» hablamos de algo muy bonito pero que se ha quedado en nada, de una ilusión que no hemos podido cumplir o de un proyecto que comenzó muy bien y acabó contra las cuerdas. En eso se ha quedado la temporada del Unicaja.

La irrupción del equipo en la temporada fue arrolladora e ilusionante, pero la temporada ha terminado en desilusión y fracaso. Sí, fracaso. No hay que tenerle miedo a la palabra. El equipo cierra la temporada fuera del Top 4 de todas las competiciones que ha disputado. No dio la talla en la Copa, no estuvo a la altura en la Eurocup, se ha quedado fuera de la Euroliga y la buena imagen final en la Liga ACB solo le ha dado para ser sexto. Vamos, un cero de cuatro en toda regla en lo que a los objetivos de la temporada se refiere. Pero, ¿por qué no tenemos que tenerle miedo a la palabra fracaso? Porque la clave del éxito se resume en una sencilla fórmula: F+1. Es decir, puedo fracasar muchas veces pero siempre volveré a levantarme, y eso es lo que tiene que hacer el club. Asumir los errores y seguir trabajando, y ahí no caben valoraciones como las que realizó el entrenador hace un par de días. La temporada no ha sido buena, de nada vale ganar el 60% de los partidos si perdemos todos los partidos importantes. Y eso es lo que ha hecho este año el equipo.

La temporada que viene el equipo se renovará, vendrán jugadores nuevos, seguirá el entrenador, o eso espero y deseo, pero al menos para mí será un poco distinta. Será un año sin Fali y sin Rafa. Fali Guerra después de muchos años compartiendo espacios y horas de conversación ha decidido dejar el periódico para emprender nuevas aventuras profesionales. Le irá bien seguro porque cuando uno es un buen profesional y además una gran persona, lo demás suele venir solo. Será difícil abrir el periódico y no leer sus artículos, sus noticias.... Le echaremos de menos, aunque seguro que no tanto como Emilio, que se queda en la redacción sin su compañero en esta gran aventura que se llama La Opinión de Málaga.

Rafa Muntión es la voz del Baskonia. Su imagen en las gradas de la ACB se ha hecho tan habitual que desde ahora al mirar a las gradas veremos un hueco enorme en la tribuna de prensa. Rafa siempre era el primero en echarte una mano cuando tenías problemas, de todo tipo, desde un problema con una conexión hasta una reserva en un hotel. Buena Gente, con mayúscula. Una persona irremplazable que nos costará asimilar que se ha tomado un descanso. Y digo descanso porque conociéndole estoy seguro de que no podrá estarse quieto mucho tiempo, y me refiero al baloncesto. Suerte a los tres. A Fali, a Rafa y a Carlos Jiménez en la elaboración de la plantilla del año que viene. Por cierto, a mí me gusta Okoye.