La primera parte del mercado para el Unicaja se ha saldado con buena nota. Carlos Jiménez y compañía han pasado revisión a su equipo y han logrado mantener las piezas más valiosas. Las renovaciones de Jaime Fernández, Carlos Suárez y Dragan Milosavljevic, unidas a la continuidad de Alberto Díaz, Dani Díez, Rubén Guerrero y Waczynski o Salin provocan que la base del equipo esté hecha con un núcleo nacional importante. Esto permitirá salir al «gran mercado» con las manos libres de ataduras y con la tranquilidad de saber que tus jugadores de formación son de muy buen nivel. Si a ellos se sumara Francis Alonso sería brutal, ya que el malagueño puede formar un tándem letal con Jaime Fernández. Es un paso importante pero no definitivo.

La segunda parte es la que definirá donde estará el equipo dentro de un año. Si todavía está en competición o, como este año, ya está de vacaciones. Es «El mercado Gourmet». Los grandes jugadores, los jugadores diferenciales que junto a la base ya existente deben marcar diferencias y decidir partidos. En ese mercado el equipo debería encontrar un gran base, un tres «grande» y un gran interior. Su importancia será vital en el devenir del equipo. Brian Roberts, a pesar de no realizar una gran temporada, ha sido el jugador más utilizado por Luis Casimiro, 100 minutos más que Lessort y 130 más que Shermadini, con los mismos partidos. La importancia del base en el juego del equipo es vital y si quieres correr y jugar rápido, aún más. Necesitas a un jugador que no pierda balones, piense rápido y haga puntos.

La posición de «3», el alero de toda la vida, es otra en torno a la que se está hablando mucho últimamente. Se busca un jugador físico, que no haga prisioneros, que vaya al choque y, aunque parece que no será, se ha dejado caer el nombre de Okoye. Un gran jugador, sin duda, pero al que su gran temporada puede alejar de la Costa del Sol. Unicaja necesita un refuerzo en esa posición porque los que hay parecen todos iguales, sin capacidad de sorpresa, sin rendimiento constante. Lo del físico está muy bien, sobre todo en defensa, pero yo, si pudiera, ficharía a Javier Beirán, que acaba contrato.

En las posiciones interiores se necesita otro gran jugador. Deon Thompson lo es, y si finalmente se quedara Lessort podrían hacer una gran pareja. Pero el año que viene podrían estar los dos, uno o ninguno. Lo cierto es que el equipo necesita un referente interior. El bajón de Shermadini este año, muy lejos de las expectativas, así lo demuestra. Y aquí los problemas se multiplican porque el mercado interior de calidad es más reducido que el exterior. Acertar será clave y para eso hay veces que las prisas no son buenas. El año pasado se cerró todo muy rápido y tuvimos de todo, esperar un poco no siempre es malo. Después habría que añadir un «4», y aquí hay otro nombre como Pablo Aguilar que mejoraría mucho la aportación, por ejemplo, de Wiltjer, y sumaría otro «cupo» más a la estructura del equipo.

El verano acaba de comenzar, y a pesar de los primeros y buenos movimientos, al Unicaja le quedan aún muchas horas de despacho para cerrar, al menos cinco fichajes más. Espero que acierten en el futuro como lo han hecho en estas últimas semanas. Suerte.