Hay chavales que dicen venir de otro planeta. Es un mecanismo relativamente normal que utilizan para defenderse de un entorno que les resulta más o menos desfavorable. Algo similar al amigo invisible que no pocos niños tienen hasta que se hacen mayores. Tan habitual es, que William Peter Blatty utilizó esa situación como recurso para causar terror en su famosa novela 'El Exorcista', llevada al cine con éxito de clásico del género en 1973 por otro William, Friedkin. Regan, la pobre niña protagonista de la historia, decía jugar con alguien invisible que, como todos saben, terminaba siendo el demonio. Pero creerse de otro planeta no te convierte legalmente en marciano o en alfacentaurino. Sin embargo, la señora a la que esta semana ha pillado en falta un micrófono abierto, la presidenta de la ANC, sí cree, a pesar de ser adulta, que no es tan española como «la española ésa», la periodista «borde» a la que se refería como poseída en la rueda de prensa...

A la caza

Asistimos atónitos a marcianadas políticas que sólo se podrían justificar si, de verdad, algunos de nuestros políticos fuesen de otro planeta. La marcha atrás en el ataque de Donald Trump a Irán o el desmentido del Palacio del Elíseo respecto de las declaraciones de Albert Rivera sobre los supuestos parabienes a su política de pactos que recibió del presidente Macron, sin ir más lejos que París, son algunos de los últimos ejemplos. Friedkin hizo muchas películas, pero en ninguna un personaje fue desmentido directamente por el gobierno francés. Entre las más exitosas, además de la terrorífica El Exorcista, podemos recordar 'French Connection' (1971) con Gene Hackman y Roy Scheider en un reparto coral de policías corruptos, basada en un caso real; 'A la caza' (1980), con Al Pacino en uno de sus más valientes personajes como actor; la también policíaca 'Vivir y morir en Los Ángeles' (1985), con Willem Dafoe o 'Jade' (1995), el papelón de su vida de la seductora Linda Fiorentino. Supongo que la mayoría estarán también dobladas al catalán...

Perita

Doblados, no idiomáticamente si no de espalda, terminamos los padres que ayer afrontamos la fiesta fin de curso de nuestros niños. Qué grande se hace el patio del colegio cuando aún no ha caído el sol aterralado. Al fondo, el escenario en el que va a bailar el tuyo disimulando recordar la coreografía, camuflado entre los demás de la clase. Entre conversaciones sociables y distancia de ring de algunos progenitores divorciados también tú sientes la tentación de ser de Alfa Centauri o, al menos, independentista. Hasta que le toca a la clase de tu niño y ya sólo tienes ojos para ese momento en que les toca darse la vuelta moviendo la cintura y lo hace bien, el puñetero, y te mueres de amor como un idiota y hablas más que nadie e incluso te pides una cerveza en la barra del AMPA. Perita (es, además de la expresión malagueña para identificar algo bueno, el título de la canción de Chandé que bailaba la clase de mi niño)...

Legión 501

Otros niños no pueden ir a la fiesta de fin de curso porque están en tratamiento contra el cáncer. Esa enfermedad me ha robado a alguien muy querido esta semana. Pero otros muchos surcan su galaxia sombría y vuelven reforzados humanamente del exitoso viaje al que les ha obligado el destino. Por eso es tan importante esa nave espacial, una nave muy perita, en que ha convertido su piso de acogida la Asociación Española contra el Cáncer en Málaga. Lo presentaron ayer de mañana en el Materno y al acto asistieron familiares, pacientes, voluntarios, personal sanitario y autoridades como el presidente de la Junta, Juanma Moreno (que sabe de chiquillería y de fiestas fin de curso porque es padre de tres niños) o el alcalde malagueño, Francisco De la Torre. No faltó la Legión 501, pese al calor, con todos los pelos de Chewbacca puestos, soldados imperiales, algún saqueador del planeta Tatooine con sus ojillos brillantes bajo la capucha, el bueno de Skywalker, el malo de Darth Vader y algunos soldados rebeldes. Se trata de que los niños afectados desconecten en lo posible de una etapa dura y oscura. Sin duda, ha sido el acto más importante de la semana. Que la fuerza les acompañe...

Chanquetes

Y ya estamos en verano. No se hace fácil mantener la cabeza fría con el terral, aunque ayer por la tarde entró un poco el Levante. Una vez más los agentes del Seprona han intervenido artes de pesca ilegales en la bahía. Los bolicheros saben que utilizando sus tupidas redes arramplan con todo, alevines de todo tipo de peces que pasan por chanquetes y que reducen así su futuro como especie. Pedir chanquetes y que no sean «chinos» es un capricho que sale mucho más caro de lo que paga por el plato quien los pide. Y el formol que se utiliza para conservarlos es más peligroso que cualquiera de los nocivos conservantes que tanto escandalizan a los consumidores de esos productos Bio tan demandados. Nos convendría mucho más comer medusas€ Porque hoy es sábado.