La ciudad de Málaga acaba de constituir un nuevo Gobierno local para los próximos cuatro años tras la celebración de las elecciones municipales del pasado 26 de mayo. En este proceso democrático en el que la ciudadanía ha podido manifestar con libertad sus preferencias entre las diversas opciones políticas, el modelo que la ciudad viene implantando para que Málaga siga transformándose con un crecimiento sostenible ha sido el que mayoritariamente ha contado con el refrendo ciudadano.

La marca Málaga está basada en la búsqueda de la calidad y la excelencia en los servicios públicos y privados en los distintos sectores económicos y sociales con especial hincapié en la cultura, la educación, la innovación, la tecnología, el turismo y la regeneración urbana y de nuestro litoral; estos van a ser más que nunca los principales ejes de desarrollo sostenible en la mejora la vida de los ciudadanos mediante la búsqueda de nuevas herramientas de promoción para los que inician la andadura del empleo y para los que necesitan ayuda para consolidarlo.

En la inmensa tarea de potenciar nuestro crecimiento y desarrollo tenemos claro que las distintas administraciones, en sus ámbitos competenciales, debemos trabajar lealmente unidas para crear las condiciones que faciliten el talento, al mismo tiempo que debemos ser imaginativos para saber atraerlo, tener decisión para hacerlo crecer, promover con ambición fórmulas para retenerlo, potenciar las aptitudes y las vocaciones técnicas -todas las capacidades posibles- y, en definitiva, elevar el nivel de conocimiento para ser capaces de afrontar los retos que tenemos como gran capital española y europea.

Málaga forma parte del ránking internacional de ciudades innovadoras que clasifica anualmente a un total de quinientas urbes de todo el mundo, siendo seleccionada entre más de mil setecientas ciudades. La metodología parte de un total de 162 indicadores de innovación agrupados en tres factores: Bienes Culturales, Infraestructura Humana y Mercados en Red. El índice de Innovation Cities incluye a seis ciudades -Málaga es una de ellas- en el grupo de ciudades "globalmente competitivas".

Por ello, el factor humano, las personas, son siempre la pieza clave, el eje vertebrador de todas las líneas de acción de gobierno que deben regir la gestión de las administraciones y, desde luego, las que enmarcan el trabajo que realizamos día a día desde las distintas áreas municipales y empresas públicas del Ayuntamiento de Málaga, siempre buscando el bien común y los intereses de la ciudad por encima de cualquier otro objetivo particular.

Estar conectados con el mundo y abiertos a las tendencias que marcan la senda para crecer con más solidez, es también una línea de trabajo que hemos desarrollado en estos años y que vamos a potenciar con el apoyo de las agencias internacionales que están apostando por Málaga y por su ciudadanía y el de los centros de formación y educación superior nacionales e internacionales que quieran traer a nuestra ciudad universidades de gran calidad educativa y de investigación.

Los retos de las ciudades del siglo XXI son inmensos y por ello hay que planificar ese futuro en términos de equilibrio y sostenibilidad. Sabemos que las previsiones realizadas por la ONU apuntan a un crecimiento de la población mundial que puede llegar en 2050 hasta los diez mil millones de personas en nuestro planeta. En ese escenario las ciudades siguen estando como la referencia principal, aglutinando cerca del 68% de la población en las áreas urbanas y en las ciudades.

Este crecimiento condiciona claramente los objetivos de ciudad para las próximas décadas respecto al cambio climático, la movilidad, los servicios públicos, la gestión de los residuos, el crecimiento urbano y, como no, en el desarrollo y la búsqueda de nuevos modelos productivos a la par que se adaptan los más tradicionales a las fórmulas de crecimiento sostenible.

Como señalé en el inicio de este artículo, construir la marca de ciudad es fruto de un largo periodo de trabajo. Desde hace veinte años Málaga es una ciudad que crece con planificación estratégica compartida en el seno de la fundación CIEDES. Esta visión avanzada y en vanguardia nos ha permitido así mismo mantener una perspectiva de colaboración con otras ciudades europeas y del mundo, adherirnos a los compromisos de la ciudades con el cambio climático (en marzo de este año el Ministerio ha aceptado la cuarta renovación del Ayuntamiento de Málaga en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono que gestiona la Oficina de Cambio Climático) y apoyarnos firmemente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas para 2030.

Nuestra ciudad es una realidad viva y hermosa que seguiremos construyendo y prestigiando con la ayuda de todos para que podamos sentirnos cada día más orgullosos de la marca Málaga.