Me extraña que a los responsables de Turismo Costa del Sol les preocupe tanto la imagen que ofrece de Málaga una comedia de Adam Sandler y Jennifer Aniston pero no hayan dicho nada sobre las instantáneas de despedidas de soltera y soltero (con sus elegantes atuendos e innovadora genitalia de plástico), por ejemplo. Cosa curiosa, la verdad. Habría que explicarles a los políticos que el cine, aparte de ser ficción, también bebe, se ríe o cuestiona los estereotipos. Evidentemente, en el caso de este producto de Happy Madison (la crew de Sandler), el asunto es la brocha gorda, el cachondeo per se y buscar el exotismo cutre donde sea. Que ellos no quieren conocer nuestra realidad: primero, porque no les interesa (y ni falta que les hace); segundo, porque, seguramente, les fastidiaría los chistes que ya tienen preparados. Pero, ¿saben? Lo mismo ocurre con una comedia española que no puede ser más estereotipada, falsa y absurda en su reflejo de una cultura ajena: se acaba de estrenar, la tienen en sus cines, se titula Los Japón y, a veces, resulta sonrojante. Pero seguro que los nipones no nos envían ninguna invitación para conocer su realidad. En fin, como siempre en España: que aquí nadie tiene derecho a reírse de nosotros salvo nosotros (mientras nosotros nos descojonamos de medio planeta, por supuesto).