En un mundo baloncestístico bastante previsible en estas fechas hay dos noticias que me han descolocado, y además para bien, por no ser nada habituales. Por un lado la posible vuelta de Nikola Mirotic a la Liga ACB, y más en concreto al Barcelona, y por otro la decisión de Carlos Jiménez de dejar el Unicaja en beneficio del trabajo de su mujer.

Anthony Davis acaparaba los titulares del baloncesto en espera de la apertura de la agencia libre de la NBA donde debían tomarle el relevo Kevin Durant y Kawhi Leonard pero ahí irrumpió Nikola Mirotic y su más que probable fichaje por el FC Barcelona. Una noticia sorprendente, al menos para los que no estamos en su círculo más íntimo, que servirá para relanzar nuestra liga. La llegada de Mirotic irrumpe en el mercado como un elefante en una cristalería y con un salario que hará replantearse muchos contratos en las próximas fechas. Según los medios americanos, los más fiables en estos casos, cobrará unos 11 millones brutos por temporada. Una cifra que casi triplica a Alexey Shved, que según Eurohoops estaba cobrando 4 millones en el Khimki, y que ahora mismo ostenta ese honor. Mirotic es un caso especial. No se trata de un jugador con una larga trayectoria en un club y que decide renunciar a la NBA y a sus millones como Llull o de una estrella europea que pasada la treintena prueba la aventura americana y decide volver como Teodosic. Nikola tenía mucho mercado y ofertas de 15 millones de dólares, algo más de 13 millones de euros pero con una mejor fiscalidad de la que se va a encontrar en Barcelona, por temporada.

Un gran fichaje que genera muchas preguntas: ¿Cómo encajará en un equipo como el Barcelona con un entrenador de la tradicional escuela serbia como Pesic, un líder como Heurtel, uno de los mejores bases de Europa y con un carácter especial a lo que hay que sumar alguna estrella recién llegada como Cory Higgins? ¿Qué rendimiento se le va a pedir a Mirotic para justificar ese salario? ¿Puede un jugador con esa calidad y salario no jugarse los últimos tiros? Y la que se hace mucha gente en la ciudad condal más allá de la alegría lógica de su llegada. ¿Es un líder como lo fue Bodiroga en 2003 para lograr el triplete? Yo tengo dudas, aunque si pudiera hacer esta operación en mi equipo sería muy feliz porque es espectacular y coloca al FC Barcelona como la mejor plantilla de Europa. Por último el fichaje también nos deja en evidencia como la Euroliga le ha comido el terreno a nuestra ACB. Todos los medios americanos que he leído, y son la mayoría, hablan de la incorporación de Mirotic a la Euroliga, ninguno a la liga española.

La historia de Carlos Jiménez es ejemplar. Es cierto que esta situación se repite a diario en muchas casas pero a su nivel no es habitual y es de aplaudir. Después de una carrera exitosa como jugador y una consolidada trayectoria como director deportivo en el Unicaja abandona su cargo para favorecer la carrera de su mujer. Noelia había estado 20 años sacrificando su proyección profesional para favorecer la carrera de su marido y ahora era la hora de cambiar. Tratándose de Carlos, y pasado el shock inicial, no me sorprende. Siempre ha sido un jugador de equipo, de compartir, de dar un paso atrás en beneficio de sus compañeros si eso mejoraba al equipo, de dar merito, sitio y oportunidades a todos los jugadores que le rodeaban. Ahora hace lo mismo en su ámbito más privado y lo hace como siempre con discreción y sin darse importancia. No ha necesitado ni una rueda de prensa ni ha buscado el aplauso fácil, simplemente lo ha hecho como nos enseñó en toda su carrera como jugador. ¡Chapó!