Estar al día de todos los temas de actualidad (deporte, moda, tecnología, política educación€) resultaría prácticamente imposible, pero sí resulta adaptativo estar al tanto de ciertas cosas en la que te ves rodeado o te influyen en tu día a día. El mundo y las personas estamos en constante cambio y debemos avanzar, estudiar, reciclarnos, adaptarnos.

Por esto creo que es fundamental que hagamos lo que nos gusta y que dentro de lo que nos gusta vayamos siendo flexibles para avanzar y probar conceptos nuevos, experimentar entornos diferentes y conocer a otras personas con gustos comunes. En muchas ocasiones te acaba gustando lo que pensabas que no y es que el gusto también cambia con el paso del tiempo. Cuando algo te gusta y te apasiona mantienes despierta la curiosidad, el entusiasmo, estás más comprometido y te resulta incluso más fácil decidir sacrificar tu tiempo por ello. Las puertas de las oportunidades se abren más con pasión y constancia que con estrategia y enchufes.

La vida se recicla constantemente y existe un concepto importante: «sustentabilidad» que es lo que permite encontrar un equilibrio entre lo que eres y lo que fuiste, lo que haces e hiciste, lo que pretendes y conseguiste. Motivos claros y reales de por qué somos quien somos y hacemos lo que hacemos.

Para ello en la vida nos hemos reciclado en relación a nuestras opiniones que tenemos de las cosas, determinadas creencias, quizás veamos las cosas de manera diferente y utilicemos otro lenguaje. Algo que considero fundamental a la hora de reciclarnos es nuestra predisposición hacia el cambio y creo que debe ir a mejor con el paso del tiempo, dejando la cabezonería de lado y estando del lado de la flexibilidad mental. También con el paso del tiempo reducimos las amistades, el ocio, la comida basura, la importancia al qué dirán, el tiempo para nosotros mismos, las ganas de perfección€ reducimos el tiempo de sueño, los días de vacaciones y por qué no, podemos ir reduciendo el estrés innecesario, las relaciones tóxicas, lo material y las dudas sobre uno mismo. ¡Reducir no es una palabra negativa, usémosla!

Otra cosa que hacemos los humanos con el paso del tiempo es la reutilización de hábitos o actividades olvidadas que nos ayudan a estar más ordenados y nos generan bienestar. También reutilizamos personas casi perdidas que nos hacen reír e inspiran confianza recuperando las relaciones perdidas y asumimos las relaciones de manera diferente. Recuperamos música, juegos, familia€ Además las modas van y vienen volviendo a reutilizar el pasado reviviendo y provocando bienestar en el presente.

Además de reciclar, reducir y reutilizar, también soltamos: es uno de los procesos más complicados para el ser humano ya que somos acumuladores emocionales. Nos quedamos con todo tipo de emociones y no es raro las veces que sentimos que no podemos más, que saltamos de una forma más agresiva o perdemos el control de la situación. Los estallidos emocionales deben ser reducidos gracias al control, al equilibrio, a las decisiones y a nuestro contexto. Trabajar en soltar lo tóxico, coger distancia evitando la sensación de fracaso, la venganza o el rencor favorece el avance, el crecimiento y el bienestar.

No solo la experiencia nos hace mejores, también hay que seguir formándonos en nuestra ciencia y crecer junto a los profesionales de nuestro sector.

La formación continua está relacionada con la autoestima, el control de las situaciones, la gestión de los conflictos y la toma de mejores soluciones.

Romper malos hábitos siendo más reflexivo, creando un nuevo plan fijando nuevos retos, empezar de cero con ilusión cambiando el entorno y celebrando los pequeños logros con las nuevas compañías. Para todo esto se requiere valentía y persistencia, y que conste que el valiente no es el que no tiene miedo, sino el que se enfrenta al miedo. No se trata de fracasos, sino de nuevas oportunidades, de innovar, de volver a sentir con más experiencia y más capacidad.

¡Cambiemos pues!