'Los chismes y sus acólitos', por Venancio Rodríguez Sanz

Entre nosotros:”Aunque sea una generalización, y por no utilizar otra palabra que se ajuste mejor a este tipo de personas..., generalizar es de simples.” No es lo mismo decir que todos nos rascamos las nalgas, que decir que en todas las peluquerías se cuentan chismes. No merecería la pena ni entrar al trapo de esta tontería, si no fuera porque ya llueve sobre mojado. Y estas cosas, estas memeces calan en el inconsciente colectivo y a la larga se convierten en un cáncer. En mi opinión, por el bien de ellos mismos y de los demás, estas personas deberían de estar encerradas en una jaula. Por delicadeza, no diré el nombre del ser humano en cuestión. Pero ahí va: Hace unos días, un señor que habitualmente escribe cartas al director, tuvo la desafortunada idea de abundar en el tema de los chismes en las barberías. Y por si me lee, le diré que la verdad no la hace la cantidad, ni las personas en las que se tiene depositada la estima, o admiración. Ya lo dijo Sócrates:»La verdad es que, el que presta sus oídos a los chismes, es porque él mismo es un chismoso».