Pablo Iglesias: De Podemos al puedo', por Rafa Zamora Sancho

Se han cumplido 8 años de aquel 15M, el movimiento de los indignados que quiso acabar con un bipartidismo al servicio de la banca y los lobbys; esa fue la semilla que fructificó en Podemos. Lo que nació como un soplo de aire fresco en la política española, con jóvenes muy elocuentes con ideas nuevas, y capaces de entablar debates con una jauría de tertulianos ultraconservadores y salir airosos, ahora van perdiendo fuelle en cada proceso electoral, y es una pena. Habría que preguntarse: ¿Qué ha cambiado en estos últimos años? ¿El aire fresco ya no es tan fresco? ¿Será que Pablo Iglesias se llenó la boca hablando de «la casta» y acto seguido se compró un enorme chalet? ¿A lo mejor era un chalet VPO? ¿Podría ser que Irene Montero se empeñó en lograr mejoras en la baja maternal (que está muy bien), pero acto seguido se puso a fabricar hijos como si no hubiera un mañana? ¿O esas ansia que tiene Pablo de llegar a ser ministro y las trifulcas internas que llevan a la destitución inmediata del que no le baile el agua? La verdad, no lo sé, pero se están quedando cada vez más solos. Desde fuera se ve a la cúpula de Podemos como que ellos se lo guisan y ellos se lo comen; Pablo e Irene, Irene y Pablo, tanto monta, monta tanto y se lo siguen montando con su chalet de lujo. ¡Eso sí que es casta amigos...!