Ya llegó el día y con él los aficionados al fútbol, todos ustedes, de alguna forma recobran la normalidad y empiezan con las especulaciones, que es tiempo para ello. Y los jugadores regresan por etapas, es como un rompecabezas donde entran en juego los partidos internacionales y las distintas vacaciones que han tenido unos y otros. Y eso es de alguna forma bueno. El personal recupera de alguna forma su normalidad viendo entrenar a su equipo de siempre y comienzan los rumores sobre este o aquel futbolista.

De alguna forma es el regreso a lo habitual y el personal lo agradece tras estar una buena temporada en tiempo de espera precisamente a la espera de que se produzca la vuelta del equipo, que empiecen las pruebas médicas y todo tipo de especulaciones con los futbolistas de tu equipo. Y este es el morbo que de alguna forma dirige nuestro fútbol y del que alguna forma también nos tiene a todos enamorados. ¿Viene este, se va aquel, estamos en julio, qué vamos a hacer?

Como ven, existen todo tipo de preguntas y respuestas de cada uno de nosotros de todo tipo y condición. Uno ve caro un fichaje, otro barato, el de allá piensa que ya es tarde, otros aplauden a los directores deportivos y los que tenemos que llenar las páginas de los diarios estamos siempre de guardia pensando en ofrecerles a todos ustedes la mejor versión de lo que acontece, los hechos puros y duros y en tiempo casi récord para que nadie se quede desinformado de lo que acontece. Y además es lógico. Yo tengo claro que en el mundo del fútbol son ustedes, los aficionados, la piedra angular de cualquier proyecto y lo más importante o el valor más importante que puede tener un club de fútbol.

Y les pongo un ejemplo sencillo. Estamos todos esperando la presentación de las camisetas, y en cuanto vean la luz, estuvieras donde estuvieras, te encantaran o te dejaran poco impresionado, lo que sí sucederá es que todos volveremos un poco a la normalidad y las tiendas volverán a hacer su agosto, empezando a vender nuevas camisetas a un ritmo alucinante. Y esa es la ley del fútbol, no hay otra. Ustedes son los auténticos protagonistas de todo cuanto acontece y los que más se alegran o sufren con las cosas de su equipo. Y ese sentimiento es difícil de explicar pero es real como la vida misma.