La verdad es que parecen una pareja de novios peleados, ese ir y venir de una cita a otra y quedarse él sin el compromiso de matrimonio, deshecho pero con la esperanza de que ella recapacite y le acepte por fin en santa unión. Y después, los chismes a los chicos de la prensa, que sí me quiere pero no se decide, que le he dicho que solo necesito para mis cosas una habitación o dos, y ella que le manda los recados por la misma vía, al oído de todos, que lo importante es lo que vamos a hacer, no si este o aquel, y todo es un mareo de ida y vuelta y así. Pedro y Pablo se aman pero de un modo distinto.

Son muchas las cábalas que se hacen todos acerca del mal que les aqueja a ambos y que impide el contrato y la consumación de su amor. Se ha pensado, incluso, que podría tratarse, en el caso de él, de la Helicobacter pylori que, como una infección bacteriana -¿qué serían ellos si no?, dicho con ánimus iocandi- produciría la gastritis que se le adivina en su carácter pesadumbroso; ahora bien, cabe la posibilidad de que degenere, no él sino la helicobacter, y se convierta en úlcera gastroduodenal e, incluso, Dios no lo permita, en algún cáncer de estómago. En fin, con estas cosas nunca se sabe.

En cuanto a ella, dicen quienes la conocen bien que estaríamos en presencia del mal de amores, y que podría tener su origen en un rechazo amoroso, porque no hubo una correspondencia sentimental y esto la llevó a la tristeza, la angustia, la desesperanza, las dudas, el sentimiento de culpabilidad y esa sintomatología depresiva. Recuérdese que ella, antes, fue rechazada por otros a los que pretendió, como Alberto, y el otro Pablo, aunque también hay que decir que algunos individuos poco recomendables, como Arnaldo y Oriol, están dispuestos a llevársela a la alcoba a cambio de inconfesables dádivas. Por eso, ella, a veces, canturrea aquellas letras de Hilario Camacho de€ Tristeza de amor/un juego cruel/jugando a ganar/has vuelto a perder€

Para quienes consideran antinatura esta unión, hay que recordarles que, salvando las distancias, los neandertales mantuvieron relaciones con los homosapiens, pero relaciones no solo de vecindad sino también sexuales, y es que Dios los cría y ellos se juntan.

Pero sea como fuere, una cosa es segura, así no pueden seguir. Porque ese horror vacui no puede mantenerse en el tiempo, hay que llegar a alguna clase de entendimiento, so pena que se convocara a la plebe para que dijera, de nuevo, si ella debe seguir soltera o con quién debería contraer matrimonio. Los aristotélicos sostuvieron en su día que la naturaleza aborrece el vacío, y ésta fue una de las claves de la revolución científica del siglo XVII, con Pascal como más decidido oponente en la discusión.

Se le ha preguntado incluso a insignes intelectuales sobre su opinión acerca de lo que pasa, entre ellos a Byung-Chul Han, de Corea del Sur y formado en Alemania, el pensador de referencia del nuevo milenio y que critica con dureza los vicios de la sociedad digital. Pero nada, nadie sabe dar respuesta certera acerca de qué solución tiene este enredo. Y es que para más inri, unos y otros, con la ayuda de cierta prensa, encuentran en la propaganda el medio de justificar sus acciones embrollándolo todo, si cabe, mucho más. Coincide este estado de cosas con el supremacismo independentista en Cataluña, aliado del vasco, que usa de una propaganda que sigue al pie de la letra a Goebbels. No falta más que ver como, por ejemplo, en el Museo de Historia de Cataluña, los escolares no aprenden historia sino que forman su conciencia nacionalista fatal.

Y mientras tanto, el tiempo se desintegra en una sucesión de presentes puntuales que no llevan a nada. La palabra alemana para meditar, sinnen, darle vueltas a algo, significa originalmente viajar, y eso es lo que van a hacer, aunque cada uno por su lado, aprovechar la canícula para el descanso y pasar unos días ella en Motril y él en Casavieja, Ávila, al fin y al cabo, la revolución también era esto. Juan Ramón Jiménez escribió a propósito:

En el balcón, un instantenos quedamos los dos solos.Desde la dulce mañanade aquel día, éramos novios.El paisaje soñolientodormía sus vagos tonos,bajo el cielo gris y rosadel crepúsculo de otoño.