Según las últimas prospecciones estadísticas, Televisión Española dejará de tener espectadores en el año 2027. El desarrollo de la estadística inferencial y del análisis de grandes volúmenes de datos permite la creación de modelos que predicen con gran precisión el comportamiento de sistemas complejos. Así, estudiando cómo ha sido la evolución de los índices de audiencia de TVE a lo largo de los últimos años, es posible establecer cómo se comportarán tales índices en el futuro.

Todos los modelos elaborados coinciden en su predicción: entre marzo y agosto de 2027 la audiencia de nuestra televisión pública alcanzará el cero absoluto. A lo largo de las últimas décadas el número de espectadores de La 1 y La 2 ha ido descendiendo lenta pero continuadamente, tanto en los informativos como en el resto de la programación. Resulta difícil recordar la época en donde, pasara lo que pasara, el liderazgo de la corporación pública respecto de los telediarios era incuestionable.

En la actualidad, La 1 se acerca a las cifras de audiencia que clásicamente caracterizaban a La 2, y La 2 hace lo mismo respecto del Canal 24 Horas. No parece que esta decadencia de la televisión de todos los españoles tenga color político, y se ha producido por igual bajo gobiernos del PP o del PSOE. Los resultados recientemente publicados de la etapa de Rosa María Mateo son sencillamente catastróficos.

El último espectador de TVE morirá probablemente en el verano de 2027. Será un anciano que acostumbraba a ver todos los días «Aquí la Tierra». Quizá el último suspiro le sorprenda preparándose un café con galletas mientras oye de fondo «Los desayunos de TVE». Era el último que quedaba, después de que poco a poco, por deserción o por defunción, el ente público fuera perdiendo todos sus espectadores. Con su muerte, morirá también la televisión pública, tras setenta años de historia. El último espectador habrá fallecido de muerte natural, pero a TVE la habrán matado.