Libertad... de matar

«¡Libertad, libertad; cuántos crímenes se cometen en tu nombre!» exclamó ante la guillotina una víctima de la Revolución Francesa. Lo he recordado tras los gritos de «¡Libertad!» de los aficionados a ese espectáculo de muerte, al reanudarse en Palma de Mallorca las corridas. Claro que en ellas se mata siempre a los toros; pero, a veces, también a los toreros, tras lo que se llenan más las plazas, revelando cual es la 'afición' por la que en el fondo muchos pagan ese espectáculo. Los toreros, son libres, sí, pero como los gladiadores romanos, los boxeadores y otras actividades que atraen a actores desequilibrados, desesperados o ambiciosos hacia su muerte, de la que son cómplices sus clientes. Y cuatro de cada cinco españoles rechazamos abochornados esa sangrienta reliquia de la España negra.

M. Faes Risco. Málaga