'¿Liderazgo de la oposición?', por Jesús Martínez Madrid

Ahora que los que denominaríamos partidos emergentes como VOX y Podemos están de capa caída y que Ciudadanos no ha logrado sacar la cabeza, ni mucho menos ese liderazgo de la oposición por el que suspira Rivera, sería una buena ocasión para que el Partido Socialista y el Partido Popular se plantearan intereses comunes -que los tienen- y pusieran en marcha o al menos intentaran, un sistema que diera estabilidad a los gobiernos locales y autonómicos y restara poder a formaciones que no lo han logrado en las urnas, pero que hacen valer sus escaños para influir en los gobiernos. Posiblemente esa necesidad no es tan apremiante en el gobierno central porque nunca está de más la existencia de un partido bisagra, con vocación de bisagra -Ciudadanos carece de esa vocación- que siempre haría de contrapeso a las dos grandes formaciones, a la vista de la atomización política que se vive por ejemplo en el Congreso de los Diputados y que no es nada positiva para la política global de España. Porque una cosa son las coaliciones y otra es el sentido común de «aguantar» ciertos ministros, como los que están pidiendo, en un gobierno medianamente serio.