En abril de 2016 Axel Toupane tocaba el cielo con los dedos. A sus 23 años había conseguido su sueño de jugar en la NBA. Después de pasar por varios contratos de 10 días los Denver Nuggets le habían hecho un contrato por todo el año y esperaba seguir la siguiente temporada en la mejor liga del mundo.

Pensaba que tenía su vida resuelta y que una vez que terminará su carrera en las canchas tendría una plácida jubilación sin mayores problemas, pero una llamada de su mejor amigo Bruno, cambio esa realidad según desvela en una entrevista en Maddynes.com.

La cita fue en la terraza del restaurante parisino «Deux Magots». Durante el almuerzo hablaron de todo hasta que en un momento dado Bruno le propuso invertir en su nueva y pujante «startup». En ese momento «me di cuenta de que sólo había vivido para el baloncesto desde que me gradué en 2011. Era un experto en mi campo, pero un novato en el mundo real de los negocios. Tenía una gran falta de conocimientos que tenía que solucionar». Al comprobar que grandes estrellas de la NBA como Curry, Durant o LeBron James habían seguido ese camino decidió matricularse en la HEC, École des hautes études commerciales, de París. Después de la norteamericana de Harvard, la escuela de negocios más prestigiosa del mundo. Fue un paso adelante para encauzar su vida más allá del balón naranja y que le daría tranquilidad para seguir con su trabajo en las canchas.

Las bases del trabajo en el parqué se las dio su padre, Jean Aimé Toupane. Nacido en 1958 en Senegal llegó a Francia para jugar en el BC Mirande y se retiró con 39 años jugando en la máxima categoría con el Toulouse.

Un gran defensor que se ha convertido en un gran formador. Como entrenador es seleccionador francés en categoría sub20 desde 2019 cargo que desde 2014 compagina con el de entrenador del Centre Federal de Basket-ball, el equipo para jugadores en edad cadete y júnior que el INSEP, el gran centro de formación del baloncesto francés, tiene en la tercera categoría para continuar la formación de sus jugadores.

Toupane llega a Unicaja en un buen momento. Después de una gran temporada con Jasikevicius en Zalgiris Kaunas firmó dos años con el Olympiacos.

Los impagos de su nómina le llevaron a denunciar su contrato antes incluso de terminar la temporada y este verano estaba a la espera de buscar un nuevo destino. La solvencia y solidez del Unicaja le han traído a Málaga a pesar de que el equipo no dispute este año la Euroliga.

«Toups» no ha sido nunca un gran anotador ni un gran defensor, a pesar de que defendiendo se hizo un hueco en los Nuggets de la NBA, pero es un jugador de gran calidad que puede hacer muchas cosas en beneficio del equipo y que sin duda supone un paso adelante para el equipo de los guindos. Suerte...