Estimados jóvenes:

Con tanto problema laboral y la sociedad que nos ha tocado vivir, sois muchos los que dedicáis más tiempo a pensar en la profesión que tendrá más salida y se ganará más dinero que en realmente lo que os gustaría ser y dedicaros el resto de vuestra vida.

Me atrevería incluso a dejar de lado «lo que se me da bien o mal», ya que si realmente algo te apasiona, da igual la dificultad, te aburrirás antes haciendo cosas fáciles y perderás el interés.

Reconocer las prioridades resulta fundamental para luchar los objetivos de la vida, normalmente vamos cambiando y se van modificando con la experiencia, generando motivación, ilusión y desarrollando nuestro carácter y personalidad.

Tengo la suerte de compartir mis días con muchos adolescentes y los cambios más observables, que no significativos, suelen ser cuando dejan el instituto y se van a trabajar o estudiar. De la noche a la mañana se convierten en personas más autónomas, comunicativas y adaptativas.

No me gusta escuchar que alguien les diga a los jóvenes que no son capaces de estudiar por la dificultad de la carrera, tampoco por las pocas salidas o por el mero hecho de vivir en España y no tener mucho desarrollo investigativo. No me gusta que siendo muy jóvenes ya les digan que sirven para las letras o las ciencias, más bien que no sirven, y en consecuencia se van hacia la otra opción.

Todo el mundo es capaz de estudiar y trabajar, lo que no saben o se plantean es que dependiendo de lo que estudien o trabajen, dedicaran más o menos tiempo de su vida y lo más importante, cómo dedicarán ese tiempo, y en consecuencia, así vivirán.

Partiendo de la base de que en todos los trabajos hay cosas buenas y malas y en todas las carreras hay asignaturas que gustan y no gustan, debemos enseñar a no rendirse, a perseguir un objetivo (en ocasiones la palabra sueño me resulta cursi) superando problemas, a saber que las cosas cuestan y existirán momentos y días malos sí o sí.

Los comienzos son duros, no penséis que tener carrera y máster os hará ganar mucho dinero y trabajar 8 horas contadas, ni que la experiencia esté siempre a favor del sueldo o que las empresas familiares os pondrán las cosas fáciles y al momento. Tenéis que trabajar la constancia, la paciencia y el sacrificio.

Si te dedicas a algo que te gusta, superarás situaciones complicadas de mejor manera que en un lugar donde trabajar es un sin sentido y contar las horas para acabar, acaba siendo desesperante, influyéndote en tu estado de ánimo y generando sensaciones y emociones negativas constantemente.

Mi consejo hacia vosotros es que en verano os iniciéis en el mundo laboral temporal, viviendo experiencias positivas y negativas con diferentes personas, reconociendo la importancia del trabajo, sintiendo la recompensa de la constancia y el orgullo de la responsabilidad. Además aprenderéis a darle una importancia diferente al dinero, tema importante de cara al futuro y la necesidad del ahorro. También entenderéis mejor muchas situaciones familiares y facilitará vuestra relación con vuestros padres y adultos. Además os iréis aclarando también a la hora de tomar decisiones en relación al trabajo-estudio.

Encontrar vuestra vocación, cueste lo que cueste y tardéis lo que tardéis, intentar siempre dedicaros a lo que realmente os gusta, trabajar y estudiar sobre temas que os interese y buscar siempre ser curiosos y críticos con vosotros mismos para seguir creciendo. No creceréis con algo que os aburre y siempre creareis algo de cosas que os motivan.

Vivir vuestra vida, vuestros gustos y vuestro presente. Buscar y crear vuestro futuro viviendo el presente, sin considerar las salidas o el dinero que ganaréis. Confiar en vuestras posibilidades laborales y mentales y rodearos de personas que os motiven a perseguir los sueños reales, aquellos que cuestan, que suman y restan, que en ocasiones parecen pesadillas pero que una vez despiertos, queráis seguir soñando.

Creer y crear.