La primera vez fue en el Eurobasket de Polonia 2009 y la última hace unas horas. Sólo una excepción, el Mundial 2014 que jugamos en casa. España se presenta en los campeonatos con muchas dudas y haciendo dudar a muchos, pero cuando llega el momento de la verdad el equipo siempre responde.

Desde esa cita en Polonia, aparte del Mundial ya citado, sólo hemos faltado a nuestra cita con las medallas en Turquía 2010 donde un triple inverosímil de Teodosic nos dejaba fuera de las semifinales. Por el camino hemos perdido a Navarro, Calderón o Felipe Reyes y tenemos ausencias como Pau Gasol, Sergio Rodríguez y Mirotic o Ibaka, pero en el momento clave una vez más, el equipo dirigido por Sergio Scariolo desde el banquillo ha dado la cara y ha ganado.

La llegada de Scariolo al banquillo marcó la nueva filosofía de la selección. Nunca se debe llegar a tope a los campeonatos. El comienzo fue muy duro. Derrota en Varsovia ante Serbia y con Jorge Garbajosa lesionado en el banquillo. En la segunda jornada ante Gran Bretaña estábamos muy fuera del campeonato a 2:43 para el final del partido.

Aquel día nos salvó un triple de Pau Gasol. En el tercer partido ganamos a Eslovenia en la prórroga coqueteando también con la eliminación, y llegamos a la segunda fase en Lodz.

Allí nos esperaba Turquía y volvimos a perder con aquella personal no pitada sobre el «recién llegado» Sergio Llull. Las declaraciones de Marc sobre aquella acción generaron un gran tsunami que, sin embargo, no desviaron la atención del objetivo: Ganar.

Recuerdo que el día antes del siguiente partido ante Lituania me crucé con Carlos Cabezas en los pasillos del hotel Andel's de Lodz y el malagueño me dijo: «Tranquilo, no vamos a perder más partidos. Es el momento». España afrontaba los dos partidos del grupo de octavos a vida o muerte y después de un mal inicio ante Lituania, un parcial de 23 - 0 en el segundo cuarto rompió el partido y el campeonato.

La victoria ante Polonia fue un trámite para cerrar un final de campeonato con victorias ante Francia, Grecia y Serbia en lo que para mí es la mejor trilogía de partidos de esta selección. El oro era nuestro.

Seguramente esta selección no tiene los mimbres necesarios para hacer proezas como esa. Serbia y Estados Unidos son dos equipos claramente superiores pero que nadie tenga dudas de que entramos en el «Tiempo de España» y que quien quiera ganar a este equipo tendrá que demostrar que es mejor en el parqué y no solo en el roster de jugadores. Italia ha sido la segunda víctima del campeonato, la primera fue Turquía que después de no saber ganar a Estados Unidos se fue por la gatera del campeonato.

Grecia está contra las cuerdas después de su derrota ante Brasil y puede jugarse su puesto en cuartos de final con el equipo de Gregg Popovich. España mientras tanto suma cuatro victorias en cuatro partidos y espera su oportunidad en lo que está por venir.

El duelo de cuartos ante la albiceleste puede ser el última «Hurra» de dos selecciones: Argentina y España, que dominaron el baloncesto junto a Estados Unidos años atrás y que parece que deberán dar su relevo a una Serbia que, dirigida por Sasha Djordjevic asusta partido a partido.

Suerte... a los nuestros.