Esto no tiene arreglo e iremos a las urnas el 10 de noviembre. Votar es esencia de la democracia y, por tanto, no entiendo tanta resistencia y dudas, incluso anunciando ya que habrá cerca de dos millones de abstencionistas. Peligro, peligro. La derecha tiene una segunda oportunidad y puede sumar mayoría sobre la izquierda. No es cierto que la izquierda no sea capaz de buscar acuerdos y consensos. Lo ha hecho en Portugal y hace pocos días en Italia. ¿Por qué en España no? Si Pablo Iglesias, de nuevo, se quiere sacar un conejo de su chistera está en todo su derecho. Como lo está que en Ferraz (sede nacional del PSOE) cuando se tuvo conocimiento de la penúltima oferta del líder Unidas Podemos un reconocido hombre de Pedro Sánchez, con voz rotunda y gutural soltara «€y un carajo». Y en eso estamos. Las calenturas de Iglesias para promover un Gobierno de becarios superan lo inimaginable.

Pero hay que entender que la presión interna que sufre Pablo Iglesias no es moco de pavo, sino dura, intensa, para evitar otras elecciones. Para UP no pintan oros, sino bastos. Se puede llevar tal estacazo en las previsibles elecciones que ya surgen quien le piden aceptar un gobierno en solitario del PSOE. Porque los socialistas, más unidos que nunca, mantienen que no hay otra posibilidad de acuerdo. Es cierto, que hay algunos estudiosos y que manejan los sondeos como quien se toma un gin tonic que alertan de la desmovilización de la izquierda. Pedro Sánchez, por lo que se ve, no sustenta esta tesis, sino que cree que los votantes socialistas y los que lleguen de las alforjas de Unidas Podemos y de Ciudadanos sabrán entender que el PSOE busca tener un gobierno estable para momentos tan tensos y complejos como se acercan. Soy de los que piensan el peligro de repetir elecciones es mucho más dañino para los de Iglesias que para el PSOE. El exceso de seguridad en sí mismo que muestra Pablo Iglesias se puede volver contra él teniendo como tiene la posibilidad de un acuerdo programático y, al mismo tiempo, situarse en papel de control parlamentario y la exigencia de que se cumplan las promesas hechas.

De todos modos, los socialistas deberían analizar cómo les puede afectar las sentencias del proces y la del caso de los ERE que será conocida a primeros de octubre y que puede dañar seriamente a los socialistas en su granero principal, Andalucía, donde según la media de las encuestas conocidas el PSOE andaluz podría llegar a los 27 diputados, frente a los 13 que conseguiría el PP. Se desinfla Ciudadanos, cada vez más en la inanición, con un líder que ni sus más cercanos saben a qué está jugando, con bandazos condenado como está a ser plato de segunda en la creciente pelea que sostienen Casado y Rivera para hacerse con el papel de oposición. Vox no merece ni unas líneas tras las burradas dichas por su líder y la propuesta de alzar un muro en Ceuta y Melilla. Vox es la negación y sigue desinflándose de manera apabullante, a dios gracias.

Es en Andalucía donde surgen voces que alertan a Pedro Sánchez de que las encuestas las carga el diablo, recordando lo que le pasó a Susana Díaz en las últimas elecciones andaluzas, dando a la derecha con el apoyo de Vox el gobierno de la Junta. A propósito, Vox se hace notar cada vez más en la gobernabilidad de Andalucía, siendo como la gota malaya que golpea una y otra vez para que se vayan cumpliendo los acuerdos firmados con el PP andaluz y asumidos por Ciudadanos, aunque estos sigan diciendo que no.

Ya dejó su buen hacer en la Diputación cuando fuera presidente. Me refiero al socialista José María Ruiz Povedano, a la sazón, además de sólido historiador, responsable de la Sociedad Económica de Amigos del País (hay quien habla de sociedad masónica) que cumple 230 años de vida. Espíritu crítico, defensa de los valores democráticos, de espíritu renacentista y referente de la cultura y la Ilustración, con el diálogo como sus señas de identidad. Povedano y su reducido equipo alimentan estos valores en una sociedad donde estos valores parecen está a la baja. Precisamente el rector de la UMA, José Ángel Narváez, en la conferencia inaugural del ciclo de conferencias, además de defender la universidad público, hizo una apasionada defensa de los valores que aportan a la sociedad el humanismo y la cultura. Felicidades.