Una familia siniestra

Los parientes de Franco han pretendido reivindicar su derecho a enterrar al muerto donde ellos quieran. No cabe mayor desvergüenza, dado que el dictador enterró en el Valle a miles de personas contra el parecer de sus familias. Más aún, cuando ellos siguen impidiendo que muchos más aún, que bajo sus órdenes asesinaron y ocultaron en las cunetas, puedan ser enterrados decentemente por sus familiares.

Tanto por incitar al odio entre los ciudadanos como por seguir viviendo de lo robado a un incontable número de españoles, bienes que en alguna ocasión han intentado exportar ilegalmente, esa siniestra familia y sus cómplices debieran haber recibido ya hace tiempo el castigo legal correspondiente.

Martín Sagrera Capdevila. Estepona