Cuando no quiere uno comprometerse en un conflicto suele decir que lo que hace falta es que las partes dialoguen. Eso gusta siempre, sobre todo a las almas cándidas. Bien, yo creo que hay que dialogar de asuntos sobre los que las dos partes estén dispuestas a llegar a algún tipo de acuerdo, pues un falso diálogo solo engordará frustración, y esto ocurriría con el referéndum de autodeterminación, que Torra quiere sí o sí, y Sánchez no y no. Como, no obstante, creo que tienen que hablar de muchas cosas, sus negociadores podrían pactar un preámbulo. Por ejemplo, llega Torra, se sienta, y con esa sonrisa suya (o lo que sea) dice: ante todo queremos un referéndum. A lo que Sánchez responde: ante todo nosotros no queremos. Torra protesta, Sánchez toma nota de la protesta, y en lugar de levantarse se ponen a hablar de las cosas posibles, que alguna habrá. Tan sencillo y al parecer tan difícil.