Ya somos demasiados los ciudadanos que nos venimos preguntando a qué espera el Gobierno de España para intervenir Cataluña con todas las consecuencias. Cada día que pasa crece la degradación y todo parece indicar que la Generalitat no dispone de medios suficientes para recuperar el orden público al margen de otros problemas y preocupaciones.

La situación comienza a enrarecerse, toda vez que el Art. 155, tiene como misión principal solucionar este tipo de coyunturas y no se está cumpliendo.

Pretender, como lo está intentando el ministro Marlaska, vender normalidad que nadie percibe en Barcelona, resulta inadmisible cuando todo son destrozos, sabotajes, incendios, huelgas, etc. Algo que lamentablemente y a través de los medios de comunicación estamos presenciando con nuestros propios ojos y a diario.

Actualmente, la sensación de inseguridad que estamos proyectando en la Comunidad Catalana es terrible. Temores y angustias que están soportando los propios cuerpos de seguridad.

A nivel personal, hasta el propio presidente en funciones, Pedro Sánchez, vive entre asustado amedrentado. Lo suyo sería olvidar sus pretensiones y pensar en clave de candidato del 10-N, tratando de comportarse dignamente y ejercer como tal... ¡Tiempo al tiempo!

José-Tomás Cruz Varela

Málaga