omo decía Machado, buena parte de mi vida la he venido dedicando a conversar con el hombre que siempre va conmigo, y de esa plática han surgido reflexiones y pensamientos que he intentado compartir.

De esta forma, los pasado días publicaba un artículo sobre las pensiones y prestaciones públicas, en el que exponía las cifras sobre las que se soporta el ingreso y el gasto de estas, señalando, como principal problema del modelo del Sistema 'contributivo' de la Seguridad Social el déficit entre las cotizaciones de trabajadores y empresas respecto al gasto en pensiones y prestaciones contributivas. Los 116,2 mil millones recaudados en cotizaciones, tasas, ingresos patrimoniales y otros similares durante 2018, no pudieron cubrir los cerca de 131 mil millones que gastamos en 'pensiones y prestaciones contributivas'.

Desde el 2011 la Seguridad Social arroja un déficit acumulado de unos 100 mil millones, que han venido financiándose con el Fondo de Reserva y con préstamos del Estado. El problema demográfico español, el elevado endeudamiento público, los niveles de desempleo, junto a estos déficits en el modelo contributivo de la Seguridad Social, nos debe hacer desconfiar de aquellos políticos que nos prometen lo que no podemos pagar.

Este tipo de político evita hablar de la crisis del modelo de financiación de las pensiones públicas contributivas y de la deuda pública, mientras promete gastar más dinero público en pensiones, prestaciones y en la nómina del personal de las administraciones públicas para el 2020, cuando para este año 2019 se prevé cerrar este gasto en más de 280 mil millones de euros, para atender una nómina mensual de unas 10 millones de pensiones, unas 2 millones de prestaciones por desempleo, unos 3 millones de salarios de empleados públicos y un buen número de prestaciones asistenciales del modelo de protección social existente, silenciando la situación de pensionistas y empleados públicos de países vecinos al ser rescatados por la Unión Europea, provocando recortes de más del 40% en sus sueldos por los desequilibrios continuados en las cuentas públicas de esos países, 'pan para hoy y hambre para mañana'.

Estoy convencido que la Seguridad Social tendrá un papel estelar en el déficit del 2020, una vez liquidado el Fondo de Reserva en este último trimestre del 2019, con lo que se avecina una 'década peligrosa' para el Sistema público de pensiones español y con ello para las cuantías de las pensiones si las promesas de algunos políticos se cumplen, a pesar de que alguno de ellos voto congelarlas en 2010, en aquello de 'donde dije digo, digo Diego'.

Ante este escenario me permito proponer algunas medidas. En primer lugar, que los políticos no puedan prometer gasto público sin una financiación afectada concreta y diferente a la del endeudamiento insostenible. En segundo lugar pasar el Estado ciertos gastos del modelo de 'Seguridad Social contributivo', así como el pago de las pensiones contributivas 'indirectas', viudedad, orfandad y favor de familiares, pensiones que alcanzaron en 2018 unos 21,3 mil millones. Asimismo debe afrontarse un cambio en cómo acceder a las 'pensiones y prestaciones contributivas', en como revalorizarlas, en destopar la cuantía máxima de pensión como ya se hace con la cotización, o dejar fuera de tributación en el IRPF a las pensiones, entre otras medidas. Y por último, debemos reflexionar sobre que 'el gasto en pensiones y prestaciones contributivas' habría que abordarlo desde la óptica de un profundo análisis del gasto público español en sus distintos niveles territoriales, en un proceso descentralizador que parece arrojar más desequilibrios entre españoles, alejándose de los principios constitucionales de igualdad o las obligaciones del Estado de equilibrar y armonizar el desarrollo, equiparando el nivel de vida de los españoles.

Nadie duda de que agrandar nuestro endeudamiento público es condenar a las próximas generaciones al pago de las facturas de 'promesas engañosas', en una sociedad necesitada de entrar en la nueva revolución digital, con los retos que traerá en el orden laboral y de protección social, abocando a que sean los próximos gobiernos los que den solución al endeudamiento que los actuales gobiernos puedan provocar. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, las cuentas del 2019 presentadas en Bruselas por España parecen incumplir todos los objetivos presupuestarios de déficit, deuda y regla de gasto, así como las reglas del euro, déficit estructural y contención de gastos, volviendo a crecer el gasto en desempleo.

Se asigna a Lincoln la frase de «Podrás engañar a todos durante algún tiempo; podrás engañar a alguien siempre; pero no podrás engañar siempre a todos», esperemos haya llegado ese momento en que no se pueda engañar más a nuestro pueblo, pero ese 'hombre que siempre va conmigo' me susurra que no lo espere y confíe en que algún joven reclame su derecho a un trabajo y a una pensión digna en el futuro, como bien señala el periodista Vicente Lozano en su artículo, 'Greta Thunberg y las pensiones' el pasado 8 de octubre o que, con más suerte, en el próximo Torneo de debate económico de alumnos de bachillerato, a celebrar en el Colegio de Economistas de Málaga los próximos 29 y 30 de octubre, encuentre soluciones a mis temores, en aquello de que 'de las pequeñas semillas nacen grandes árboles'.