Que Juana la Loca de Sabina no sea una vieja letra color sepia. Que los besos no vengan con carta de racionamiento. Que salvarse sea el pan nuestro de cada agonía, porque al pan, pan; y al vino otra tapa. Que engordar sólo sea pecado venial. Que pedir permiso no cueste una vida. Que los dueños de los cines se atraganten con sus palomitas manidas. Que las sonrisas no se midan en likes. Que mis cafés y tus lluvias sean de película. Que la educación no sea una reliquia. Que un te quiero no necesite explicaciones. Que ser infiel a uno mismo no tenga perdón de dos. Que Loquillo, por fin, viaje a L.A. Que los calcetines no queden tan lejos de las manos. Que el reloj no acierte dos veces al día. Que echen mis cenizas bajo un Picasso y tú odies a Van Gogh. Que lo incorrecto no sea lo necesario. Que Scorsese haga un remake de nuestra primera vez. Que multiplicar el espacio suponga dividir el esfuerzo. Que el grito de cada manso inunde todo el planeta. Que el agua bendita la sirvan on the rocks. Que se pongan de moda los trajes de boatiné. Que el frío no cale a los tiesos. Que las nanas no suenen a reguetón. Que la justicia se desnude, que se lo quite todo, pero se deje la venda. Que ojalá que llueva parné en el campo. Que las chimeneas no se alimenten con leña del árbol caído. Que vuelvan palabras como diantres, cáspita, o voto a brios. Que el mal periodismo se ahogue con cuentagotas en su propio tóner. Que el odio sea el oído del disléxico. Que los poetas redichos y los cantautores tartamudos dejen descansar a la luna. Que quien creó la expresión 'fiesta de la democracia' se vaya a un after. Que se me ocurra la frase más ingeniosa de la Historia.

Que la miopía no disculpe que pases de largo. Que una falta de ortografía implique un día de arresto literario. Que el Código Penal condene con Drakarys a los violadores. Que te veas con mis ojos. Que destierren a los que venden globos en las salidas de Semana Santa. Que los del banco me deban dinero y les llame todas las siestas. Que el carmín dibuje grafitis en los muros de tu cuello. Que el paisaje nunca se vea difuminado. Que consiga darle el punto exacto al sofrito. Que el insulto tenga un botón de pause y otro de mute. Que la Navidad nunca se olvide del pesebre. Que entienda los anuncios de colonias. Que jamás me impongas tu forma de ira. Que te abran una churrería junto al gimnasio. Que el Euromillón no llegue tarde a nuestra cita. Que el cariño no se empeñe en el monte por piedad. Que la expresión de tu cara sea el estampado de mi almohada. Que mi ángel de la guarda no se coja días propios. Que no me suspendan el práctico del examen de conciencia. Que qué de qué. Que como dice Ford Fairlane, cuánto gilipollas y qué pocas balas. Que apagues el móvil cuando te hablo. Que Sanidad incluya 'La isla del tesoro' como vacuna frente a la apatía. Que la mona, cuando se vista de seda, moneda espera. Que no hay dos sin té. Que esta columna no pase desapercibida.

Que gobierne quien gobierne nos permita ser libres, únicos, competitivos, creadores, capaces, individuales, formados, innovadores, rebeldes, creyentes, extraordinarios, emprendedores e inquietos, y que se metan la dictadura de lo correctamente político o la acomplejada mansedumbre uniformada por donde les quepa, pues, con paciencia y saliva, se la metió el elefante a la hormiga.