De tarde en tarde la conciencia del Imperio produce filmes que, a veces contra la propia ideología dominante, plasman un estado de conciencia social. En ocasiones parecen anticiparlo, y se dirá luego que han sido proféticos, aunque los mimbres estarían ya. Pueden dar cuenta de la eclosión de una épica futurista (2001, 'Una odisea en el espacio', 1968), el final de un tiempo de sueños ('Alguien voló sobre el nido del cuco', 1975), la derrota en una guerra ('Apocalipse Now', 1979), el ensombrecimiento de aquel mismo futuro ('Blade Runner', 1982) o la emergencia heroica del feminismo ('Telma y Louise', 1991), por poner algunos ejemplos ya clásicos. No es fácil detectar en tiempo real su carácter visionario e icónico, pero es posible que 'Joker' (2019) acabe teniendo esa condición, plasmando de modo encubierto las raíces de la cólera social en el primer mundo, y la locura constitutiva del sistema.