La esencia del Cristianismo

¿Qué es ser cristiano? Con el catecismo,se nos responde «ser discípulo de Cristo», es decir,seguidor de su doctrina. Esto es cierto, pero, ¿qué es su doctrina y qué compromiso supone para quien la sigue? Para muchos el cristianismo es una religión negativa,pero aquello cuyo ser estriba en algo negativo carece de existencia real, ya que, ontológicamente,la negación no existe sino como carencia de algo positivo, real. En una palabra,que una religión cuya raíz esencial es el ser negativa no puede existir,por lo cual el cristianismo no tendría fundamento real. Y esto sucede porque creo que se ha interpretado mal lo que constituye el núcleo de ese cristianismo,debido en parte a los propios «portadores de la Buena Nueva», algunos sacerdotes y religiosos en sus sermones,amonestaciones en los confesionarios e incluso con un mal ejemplo de vida. Desde pequeños se nos ha educado muchas veces en un clima de hostilidad hacia el ambiente en que vivimos,lo que hace que la persona,al ser interferida hacia fuera por prejuicios a veces absurdos, se cierre en su yo,en vez de proyectarse a los demás y, en última instancia,a Dios. Se nos ha repetido una y mil veces «no harás», «no dirás», «no pensarás», etc., creando un prejuicio frente al mundo,cuya barrera debemos superar y, así, tenemos el caso frecuente del joven a quien no se le puede ni nombrar la palabra cristianismo. No podemos construir una religión sólo con cimientos normativos. Esto no fue lo que Jesús quería. Se convertiría en algo negativo cuyo edificio se vendría abajo. Jesús sufrió y murió por amor, El mismo nos legó la Buena Nueva, instituyendo en su última cena la Eucaristía, que es el sacramento del amor. Desgraciadamente, lo eclipsamos a veces, con tantos preceptos negativos y movidos por impulsos egocéntricos que hacen que en vez de abrirnos a los demás,nos cerremos en nuestro yo,siendo parásitos de una sociedad a la que damos poco (o nada) y de la que esperamos recibir todo. Para mí sólo hay un pecado: el egoísmo,con múltiples manifestaciones. He aquí, pues, la respuesta a mi pregunta inicial: Ser cristiano es ser AMOR, ENTREGA a los demás en nombre de Jesús de Nazaret.