'La izquierda y la vergüenza', por José Manuel Cidre Mascato

No les ha bastado con abocar al país a una repetición electoral con los cientos de miles de euros de gasto, la paralización administrativa y el hartazgo social inherentes. No ha sido suficiente haber guardado un inaguantable silencio mientras la ultraderecha calumniaba a los inmigrantes en el debate electoral televisado sacando unos datos cuyo origen, ellos mismos ignoraban. No han sentido el más mínimo pudor en llegar a un acuerdo de gobierno en alrededor de cuarenta y ocho horas, demostrando que la antedicha repetición electoral pudo ser perfectamente evitada.

Acaba de publicarse la sentencia del caso ERE; cientos de millones de euros robados a los parados, y Sánchez dice que eso no tiene que ver con el PSOE, -será que a lo mejor el gobierno andaluz estas últimas décadas lo ha ostentado la CEDA-, e Iglesias -al que ya podemos llamar Pablo "concesiones", tras la carta que dirigió a sus simpatizantes- mira para otro lado como nunca antes se había visto.

Triste y vergonzoso el cuadro de unos líderes cuya boca siempre aparece llena de grandilocuencia; igualdad, democracia, memoria, progreso -"revolución" y "casta" ya no- y que se han convertido en otro eslabón de la ignominiosa cadena de corrupción que padecemos en nuestro país desde hace decenios.

Escuchamos varias veces a militantes de obreros repitiendo; "la derecha no me ha defraudado nunca, sé a lo que van. Lo que me molesta es la izquierda que dicen que son de los míos y acaban siempre fastidiándome"

Creo que, por desgracia, el espectáculo, no debe, pero va a continuar.