'Las mujeres y la Iglesia católica', por Paula Rosales Muñoz

hecho clave que demuestra hasta qué punto va en serio la lucha de las mujeres por la igualdad ha sido el acto realizado por grupos de ellas en distintos lugares de España el 25 de noviembre -como hace poco hicieron otros grupos de mujeres en Argentina-para renunciar a la Iglesia católica por haber sido la ideología que más ha justificado su maltrato a través de los siglos. Mientras otras iglesias cristianas, incluso tan cercanas a la católica como la anglicana, han admitido ya a las mujeres en lo más alto de su jerarquía, esta confesión, por su machismo y puritanismo, parece añorar a veces incluso aquellos concilios en que se discutía si las mujeres tenían o no alma inmortal. Y así le va.

'Libreta y boli prestos', por Venancio Rodríguez Sanz

Escribir poesías es meter los dedos en la herida buscando la bala que la vida a bocajarro te disparó. Y al sacarla, si es que la encuentras, la dejas en el recipiente que, previamente, tenías a mano preparada para tal fin. Aunque, ahora que lo pienso, también la vida podría ser un limón, y la poesía ser una limonada. Porque cuando estoy sediento y el cítrico exprimo, deprisa recojo en mi cuenco sus gotas a ritmo de encadenados versos y para apagar mi sed, sin descansar de un trago me los bebo. Pero si estando dormido la fruta su zumo destila, el líquido sin remisión los pierdo sin dejar sus huellas en ninguna parte. Por eso, ya sea metiendo los dedos para buscar la bala, ya sea recogiendo sus gotas a ritmo de versos, ya sea con dolor, ya sea con su ácido sabor. En fin, ya sea como sea, para escribir poesías hay que mantenerse despierto, con la libreta y el boli prestos.