Los empresarios se resignan a un Gobierno de izquierdas y piden moderación, reza el titular. Los titulares a veces rezan aunque sean laicos o descreídos, combativos o de izquierdas. No es el caso. La frase denota nuestro pensamiento profundo: los poderosos son un poder y, bueno, venga, bah, que hagan estos un gobiernito de izquierdas a ver. Dan su permiso. Las patronales han advertido que serán beligerantes si hay subida de impuestos. Qué palabro: beligerante. Qué ganas de guerra. Nos mueve a la batalla el dinero, cuando por lo que hay que luchar siempre en la vida es por el amor, la poesía y la ausencia de maíz en la ensaladilla rusa. La beligerancia contra un gobierno ha de darla la oposición. Los empresarios, la iglesia, los sindicatos, etc pueden opinar, faltaría más, y sobre todo en este contexto, pero meter miedo no está bien ni anunciar beligerancias tampoco. Ya vamos bien servidos de crispación, líderes que ni saludan por los pasillos del Congreso, familias rotas por el asunto indepe, declaraciones chulescas y altisonantes. Sánchez ha enviado a Nadia Calviño a tranquilizar a los líderes de la CEOE. Depongan las armas, bien pudo gritar Calviño en lo que parece fue un desayuno cordial. Los desayunos cordiales incluyen pastitas a la inglesa, los de franca camaradería son unos desayunos más de pan con aceite, líquido que no conviene si hay negocio por medio, dado que te puedes manchar el traje. Luego hay desayunos castizos, con churros, más bien aptos para cuando se cierra un trato.

Estoy desde las ocho de la mañana con un café bebío, dicen en mi pueblo para describir ese desayuno frugal, intempestivo, raudo y casi a contrapelo. Los huevos con bacon son para cuando viajamos y desayunamos en los bufé de los hoteles. Ya saben aquello de Julio Camba: en Inglaterra se come tan mal que prefiero desayunar tres veces. Los empresarios están inquietos por una posible subida de impuestos, no por estar en ayunas, cuando los inquietos tendríamos que estar los asalariados y autónomos, los currelas y parados. Si a un (gran) empresario lo crujen a impuestos, significa que a Juan Español, lo van a crujir, asar, freír y desollar, no sin antes chuparle la sangre. No nos pongamos en lo peor. A lo mejor tenemos Gobierno de izquierdas y sensato, que redistribuya riqueza y haga algo con el disparate de los alquileres. O lo mismo todo es un fracaso. Sobreponerse es todo, que decía Rilke. La cosa es que no nos pille en ayunas.