1).- Este desdichado país es un caos, con el motor parado por la falta de acuerdos mientras se pudren los problemas, endeudado hasta las cejas, sin cabeza política, sin gobierno, o, peor aún, a punto de entregar la llave del que al final haya a quienes quieren destruir la nación y el Estado. 2).- Este país es magnífico, ha aprendido a crecer por encima de la media de Europa sin necesidad de gobierno, ha resistido enormes fracturas sociales y territoriales sin romper un plato, o sea, sin perder una sola vida en las refriegas, y ahora está a punto de alcanzar un gobierno en que se juntan todas las tensiones de ruptura. 3).- Quizás nos veamos como desastre, y hasta tal vez lo seamos, pero ¿no es admirable que los del modo 1 y los del modo 2 hayan tenido su choque más rudo, a la hora de formar Cortes, en la fórmula del juramento?, ¿cabe imaginar mayor grado de desdramatización?