Las tormentas y el catamarán la han destrozado. Muy debilitada pero ha llegado. ¿ Podrá el COP25 ante su Atlántico? Lo veo muy difícil. Están trabajando a fondo pero aún no se filtran resultados, ni adelantos de ellos. Mala señal.

Porque las tormentas de las multinacionales lo van a marear. Sus buenos propósitos van a resultar tan escasos como el catamarán. Su estómago no va a poder digerir tanto cambio en el horizonte. Nauseas le va a dar la falta de petróleo. Le tendrán que atar al mástil para que no naufrague.

Y luego cuando aún le falten unos milagros para llegar a la sostenibilidad unos listos se reirán de él y le enseñaran un burro.

La emergencia climática es de una brutalidad superior a todo lo experimentado hasta hoy. Y el COP25 es nuestra última y débil arma. ¿?

Pablo Osés Azcona

Fuengirola