'¿Quién pone los límites?', por Elisa Pozo

Ahora le ha tocado a Cayetana Álvarez de Toledo. Y no es que yo comparta muchas de las opiniones que tiene esta señora, pero eso no me da razón alguna, ni a mí, ni a nadie, para ridiculizarla tras el falso escudo que parecen ofrecer las redes sociales. ¿Hasta cuándo esta impunidad para decirle a alguien lo primero que se te pasa por la mente sin ningún tipo de filtro, más que aquel que nos impone la limitación de caracteres? ¿Dónde está la línea que separa el humor de la ofensa? ¿Podemos ampararnos en la libertad de expresión incluso cuando representamos a un cargo público? Hay ciertas cosas que deberían responder al propio sentido común, pero en estos tiempos que corren, ese parecer ser el menos común de los sentidos...

'Inglaterra, catástrofe mundial', por Martín Sagrera Capdevila

No vale querer tapar el cielo con la mano, intentando consolarse con algunas miserables ventajas que de momento podrá tener España o la UE con la salida de Inglaterra. El triunfo del nacionalismo más cerrado y embustero de Johnson no hace sino agravar el de Trump y ”la decadencia de Occidente”. Ya lo anunció Spengler incluso antes que los nacionalismos de Mussolini, Hitler y Franco, entre otros, aceleraran esa tendencia: El internacionalismo que buscaba de alguna manera evitarlo fue traicionado por Rusia, China y otros países, convertidos también al nacionalismo más cerrado. Ahora y aquí, para evitar nuevos y peores desastres, hemos de defender los derechos humanos de todos, combatiendo más que nunca a esos nacionalismos totalitarios que, incluso en nuestro propio país, se disfrazan de una u otra manera patriotismo, mientras que en realidad son sólo solidarios con su propia tribu de insolidarios.