omida a las dos con los compañeros de la radio. Poner una x en salmón o solomillo, a elegir. Periódicos ya leídos a las ocho de la mañana. El bebé lloró por su biberón antes de las cinco. Lo de dormir, mejor ya para el año que viene. Grabar por la mañana a varios entrevistados. Sacar un hueco para ir por el décimo de la lotería de mañana que te guardan en el periódico. Buscar el momento para un café mitad y un pitufo con aceite -úntale tomate al pan y... ponle salchichón de Málaga- Entregar esta página antes de las ocho de la tarde...

Municipales

La imagen del alcalde De la Torre bailando con Banderas en la inauguración del alumbrado en Málaga, ése es el balance. Málaga tiene un teatro donde actúa cada noche Antonio Banderas, que además es su promotor y propietario. Qué perita. Andalucía ha demostrado este año que poco a poco se acaba que es una región (una comunidad, una autonomía, un país, uf) de ciudades. Lo demostraron los resultados de las elecciones municipales del 26 de mayo. Vamos a recordar muy resumidamente lo que dieron de sí (y así vamos haciendo ya algo de balance del año entre este sábado, previo a la Nochebuena, y el que viene, que será el último de 2019) Si en la novena capital de las andalucías, Madrid, la carismática Carmena fue un visto y no visto, aquí abajo pasaron cosas no menos líquidas. En la malagueña Melilla, por ejemplo, terminó siendo alcalde -que allí se llama presidente de la ciudad autónoma- quien sólo obtuvo un escaño: el ciudadano naranja Eduardo de Castro. Sin embargo, en la gaditana Ceuta no hubo sobresaltos y mantuvo la vara de mando el popular Juan Jesús Vivas, que hizo Económicas en la UMA, aunque esta vez con el aliento (algunos dicen que en el cogote) de los seis nuevos concejales de Vox...

26M

En la tacita de plata, Kichi revalidó mientras su formación seguía a la baja a nivel nacional y autonómico; y lo hizo consiguiendo aún más votos, obtenidos de los que perdieron PP y Ciudadanos, una suma curiosa que prueba lo cada vez más líquido del asunto político, por un lado, y lo distintas que son las elecciones municipales de las autonómicas y las generales, por el otro. Espadas sigue en el ayuntamiento sevillano y subió en votos, ahora más rey y menos sota, aunque sigue sin ser el as. El pelotazo andaluz lo daba el también socialista Gabriel Cruz, el único que puede abanderar una mayoría absoluta; en su Huelva, que tiene una ría, no hay quien le tosa. También del PSOE es el actual alcalde de Jaén, Julio Millán, pero gracias a una poco esperada juntera, ya que los naranjas allí, en vez de reeditar su acuerdo con el PP en la Junta y hacer alcalde sumando a Vox al candidato popular, apoyaron a Millán...

Bis

Las elecciones locales tienen razones que el corazón partidista no siempre entiende. En Almería sí, el celeste Fernández Pacheco sigue de alcalde, aunque siguiendo el mayoritario nuevo esquema, sumando con «verdex» y naranjas. Otra rareza a la que empezamos a acostumbrarnos sucedió en Granada... Luis Salvador, para algunos némesis orgánico de su compañero naranja Juan Marín, se hacía con la alcaldía por minoría absoluta (con sólo 4 de los 27 concejales) apoyado por PP y Vox. En Córdoba, la que fuera califato independiente de IU en la época de Anguita, el definitivo hundimiento del voto de la izquierda propició que el popular José María Bellido -favorecido por la aparición de Vox y la subida allí de Cs- le arrebatara la alcaldía a la socialista Isabel Ambrosio...

Luces

Y llegamos a Málaga. Y a Vigo, aunque esté en la otra punta del mapa nacional. Porque la reválida de otro bailongo casi vitalicio, el socialista Abel Caballero en las elecciones del 26M, encendía (atentos al verbo encender) las luces de la competencia por quién es el que lo tiene más grande: El alumbrado navideño que antes sólo comparaba el gallego con el de Nueva York. Esa capital del mundo con la que Málaga no consigue mantener sus conexiones aéreas, en parte porque del alfa al omega aeroportuario, nos tocó bregar con la Delta. Aquí De la Torre subía y barría erigido como opción útil el previsto voto de Vox, que no fue, y el de parte de los naranjas que fueron en la anterior legislatura, incómodo Cassá, sobre todo, reducido a una sola concejal cada vez más integrada en su equipo. La Andalucía de las ciudades, ya ni siquiera las dos andalucías de la parte oriental y la occidental.

Sombras

El resto es alumbrado navideño. Un alumbrado que, como todo lo que deslumbra, produce sombras. Málaga es un éxito. Y qué. Me temo que la pregunta sacudirá los debates del año que viene. Los comercios ya están en guerra. A quién beneficia ese éxito incontestable. Si no capilariza ese éxito a toda la ciudad, de qué sirve el modelo que está despoblando el centro histórico y abarrotándolo de visitantes. Un centro histórico franquiciado, ya parecido comercialmente al de cualquier otra ciudad visitable. Pero Feliz Navidad... Porque hoy es sábado.